Lágrimas llenaron sus ojos

Se tuvo que realizar un parto de emergencia, pero primero, necesitaban estabilizar a Bell.

El informe del médico indicaba que Bell había tenido dificultades para respirar por sí misma cuando llegó por primera vez. Estaba gritando y agarrándose el estómago. Se vieron obligados a sedarla para poder examinarla adecuadamente.

La enfermera que vino a informarle le dio una mirada triste. —dijo que no conocía bien a Bell, pero que la admiraba y respetaba mucho. Le prometió a Galen que el personal del hospital aseguraría que recibiera el mejor tratamiento posible.

Galen asintió y ella salió de la habitación.

Estaba solo, ya que Caleb había ido a actualizar a Corrine sobre el diagnóstico de Bell.

Recordó cada momento de la pelea con Román. Cada golpe, cada puñalada, cada puñetazo. Mientras la imagen de haberle clavado el ojo a Román se apoderaba de la mente de Galen, soltó un suave gemido de culpa.