Myka solo ahora se dio cuenta del suave rubor que cubría las mejillas de Peter y se extendía hasta sus orejas, la timidez en cómo él se apartó de Myka e intentó ocultarse.
Sonrió al darse cuenta de la verdad. Se acercó, rozando la barbilla de Peter. Deslizó el lateral de su rostro a lo largo de la mandíbula de Peter y llevó sus labios a su oído.
—¿Te tocaste el culo... mientras pensabas en mí, Peter? —susurró Myka.
Se echó hacia atrás y giró la barbilla de Peter para que lo mirara. Sus ojos se agrandaron y su corazón latió más rápido cuando vio el rostro enrojecido de Peter y sus ojos llorosos mirando hacia arriba a Myka con necesidad.
—Más veces de las que admitiré —respondió Peter suavemente.
Myka gruñó y besó a Peter con fuerza. Alcanzó su mano entre ellos y agarró la cabeza del miembro de Peter, dándole una firme caricia. Peter jadeó, permitiendo a Myka profundizar su beso.