Ashleigh se sintió enferma.
Lo que Lily describió... era horrendo y maligno. ¿Cómo podía alguien ser tan cruel?
—Tenemos que salvarlos —exigió Ashleigh—. Debe haber una forma de curarlos, de revertir lo que se les ha hecho...
—¿Quieres hacerlo? —preguntó Lily—. Muchas de estas personas están... rotas, perturbadas.
—Nadie merece lo que has descrito —insistió Ashleigh.
Lily asintió.
—Si realmente crees eso, hay una forma de salvarlos —respondió ella.
—¿Cuál es? —preguntó Ashleigh emocionada.
—Matarlos.
Ashleigh frunció el ceño. Tragó saliva, mirando a Lily y esperando que dijera que estaba bromeando.
—Eso no es... —Ashleigh tartamudeó cuando se dio cuenta de que Lily hablaba en serio—. ¡Eso es exactamente lo opuesto a salvarlos!
—Tienes una visión muy limitada de la salvación —replicó Lily.
—Lo siento, pero matar a alguien no es salvarlo.