—Ashleigh le dio a Caleb la espada, transformándose en su lobo —gruñó, mostrando sus dientes a la Reina Oscura mientras Caleb preparaba su espada.
Las retorcidas enredaderas de la Reina Oscura crecían en multitudes, retorciéndose a su alrededor como serpientes listas para atacar.
—Ashleigh saltó hacia adelante, agarrando inmediatamente tres de las enredaderas entre sus dientes y rasgándolas con la fuerza de su mandíbula.
—Caleb la siguió, balanceándose de un lado a otro, cortando rápidamente los zarcillos.
A medida que intentaban acercarse más a la Reina Oscura, aún más de sus zarcillos se disparaban hacia adelante desde su cuerpo. Ambos se movieron para evitar las afiladas lanzas.
La Reina Oscura concentró su ataque en Caleb y su irritante espada. Grupos grandes de lanzas volaban hacia él, y en el suelo, zarcillos se estiraban para agarrar sus tobillos. Caleb saltaba y daba esquivas, capaz de evitar sus ataques pero luchaba por golpearla a ella misma.