Cuando fue entrenada por primera vez como Berserker, Ashleigh vio el prestigio del papel. La inaccesibilidad. Ella había pasado por todos los rituales y entrenamientos para dominar la furia y usarla para traer honor a su manada y cumplir con sus deberes. Pero también para impresionar a su padre y demostrarse a sí misma que podía hacerlo.
Para convertirse en Berserker, Ashleigh sufrió diferentes formas de tortura física y mental. Pero, en ese momento, ella, y probablemente la mayoría de los demás, nunca se dieron cuenta de que estaban bordeando la muerte para permitir que los muertos se convirtieran en parte de ellos.