Corre

La bestia saltó sobre sus pies y se abalanzó a la habitación sin darle a Peter la oportunidad de reaccionar. Agarró el borde de la cama y la volteó contra la pared más distante, revelando a Sadie y exponiendo a Peter.

Sadie gritó, y el monstruo volvió sus ojos hacia ella.

—¡Sadie, corre! —gritó Peter mientras trataba de levantarse a toda prisa.

El monstruo se giró y gruñó, extendiendo su mano para agarrar a Peter por el hombro. Peter intentó zafarse, pero la bestia apretó su garra dolorosamente clavándola en el hombro de Peter.

Peter soltó un gemido ante la sensación de ardor.

Sadie intentó desesperadamente desenredarse de la sábana, pero su miedo la impedía pensar con claridad. El monstruo la golpeó, arrastrando su garra contra la sábana, liberándola sin querer de sus ataduras.

Conforme las sábanas caían, Sadie se arrastró rápidamente hacia la pared, mirando fijamente al monstruo que sostenía a Peter con fuerza. Finalmente, sollozó y gritó.