CAPÍTULO 323
~Punto de vista de Zade~
Exhalé lentamente, rodando mis hombros. Ya estaba hecho.
Pero justo cuando me giré, un gemido bajo y lastimoso vino del costado. Mis ojos se dirigieron hacia el sonido.
Kyllian. El beta de Kane estaba allí.
Yacía esparcido en el suelo, su muñeca rota acunada contra su pecho, su rostro torcido de dolor.
Me acerqué a él, mis botas crujían contra el suelo manchado de sangre.
Kyllian se estremeció cuando me erguí sobre él. Su rostro, antes apuesto, ahora estaba sucio como el suelo en el que yacía.
—Bien. Muy bien —apladió mi lobo interiormente.
Me giré, mis ojos se estrecharon hacia Kyllian, que estaba arrastrándose hacia mí, su muñeca rota acunada contra su pecho.
—Por favor —croó.