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CAPÍTULO 446
~Perspectiva de Alfa Tormenta~
El aire estaba cargado con el aroma a sal y ceniza mientras me colocaba la capucha sobre la cabeza, parado justo en el acantilado dentado que marcaba el borde de la Grulla Serpiente. Las olas abajo rugían como dioses furiosos, y la niebla se enrollaba, más espesa y oscura que nunca.
A mi lado, Draven ajustó sus guantes, su expresión tensa. Estábamos tan cerca. Sólo un paso más, y estaríamos dentro del agarre maldito de la Grulla.
—¿Estás listo? —pregunté en voz baja.
Draven asintió con firmeza, pero antes de movernos, levanté una mano.
—Espera. Revisa el rastreador. Asegúrate de que Zara siga ahí dentro.
Draven vaciló, luego rápidamente sacó el dispositivo. Sus dedos teclearon en la pantalla, y el suave sonido de los pitidos era lo único que nos separaba del pantano abajo.
Entonces—se congeló.
Lo noté de inmediato. Su rostro palideció, sus labios se entreabrieron.
—¿Qué sucede? —exigí.