P.4: Cara a cara

El origen lo miraba a la distancia con un semblante sombrío y una mirada penetrante comenzó a levitar hacia él a gran velocidad, marcando distancia con su brazo izquierdo mientras contraía el otro con el codo detrás de la espalda y el puño sumergido en llamas incandescentes, preparado para darle el proximo golpe. Por otro lado el Paladín se encontraba aún arrodillado apoyando el brazo izquierdo sobre su pierna y con la cabeza inclinada hacia abajo, observando el ligero temblor en su mano derecha con recelo.

Sentía un ardor punzante en su costado, su cuerpo resintió el ataque. La armadura se había fundido con su piel debido a que el primer golpe fue efectuado con una temperatura bastante elevada. Su respiración era aun más pesada que antes, se encontraba meditabundo procesando lo sucedido, consciente de que a lo que se enfrentaba era un gran poder, pero jamás se había imaginado que incluso con los avances tecnológicos que había obtenido desde la última vez que se encontraron cara a cara en el campo de batalla, seguía estando por debajo de él, lo que evocó en su interior una gran frustración que le hervía la sangre."No … No puede ser posible, los niveles de energía que desprende de su cuerpo superan con creces los registrados aquella noche. La armadura… no sólo lo protegía… también retenía su poder… Esto es… interesante, supongo que lo subestime después de todo.", pensó aún mirando fijamente su mano, cerrándola con firmeza al mismo tiempo que levantaba la cabeza, observando como rápidamente se aproximaba hacia él.

El paladín acompañado de una sonrisa incrédula se puso finalmente en pie manteniendo su frente en alto para después tomar el pequeño dispositivo que aún permanecía colgando de su cintura; dos semicírculos de acero con detalles en negro y dorado unidos por una barra del mismo material, sujetándolo con firmeza activando un mecanismo y extendiendo su brazo a la altura de su pecho. En la parte superior de la pieza más grande del extraño artefacto sobresalió una hoja de doble filo de aproximadamente unos 76 cm de largo, con incrustaciones de oro en el vaceo de la hoja. Lo que más resaltaba era su gran punta en forma de media luna con dos salientes simétricas en los lados y en la parte frontal de la punta una pequeña luna creciente color negro.

— Muy bien…— El paladín tomó un profundo respiro, realizando una pequeña maniobra, girando su propia muñeca hacia adelante, rotando la espada a la par que se colocaba en posición, preparado para recibir el ataque.— Terminemos con esto…— liberando un ligero suspiro intentando enfocarse para colocar todos sus sentidos en sincronía, centrando una completa atención sobre su oponente, el cual se aproximaba a gran velocidad.

El Origen soltó el segundo golpe, siwndo bloqueado de inmediato por el Paladín con ayuda de su escudo, contraatacando con varias estocadas como respuesta ante el ataque, alcanzando a evadirlos por muy poco, recibiendo algún que otro corte en el proceso. Llevándose una mano al hombro para después observar una mancha de sangre sobre las yemas de sus dedos. " ¿Logró.. herirme con eso?, pero… ¿Cómo?" El Origen permaneció observando su mano por un momento más, viéndose interrumpido por otro ataque por parte del Paladín, quien en menos de un parpadeo había logrado llegar hasta donde se encontraba, atacandolo por los costados con su espada en punta de media luna, manchada con la sangre de su adversario.

— Mierda…— El Origen retrocedió nuevamente tratando de mantener la distancia entre ambos."Este maldito… ¿Cómo es posible que esa cosa pueda perforar mi cuerpo aún con todo el poder que poseo..?", se preguntaba mientras trataba de evadir sus ataques; Sin embargo, no importaba cuánto lo hiciera, él conseguía igualar su distancia con un simple brinco, no dejándolo descansar en ningún momento. "Maldición… eso no importa ahora, solo necesito enfocarme en el movimiento de su muñeca..", En ese instante el Paladín estaba preparado para dar un corte ascendente, tras fallar la tajada al cuello que había hecho previamente. Manteniendo su brazo derecho estirado, movió con gran maniobrabilidad la empuñadura del arma, dándole la vuelta para luego tomar la hoja con la punta mirando al suelo. El Origen notó el ligero movimiento al instante, observando un espacio entre ambos brazos, una abertura. Sin pensarlo dos veces, se abalanzó contra él tomándolo por el cuello, recibiendo parte del impacto en su costado del lado izquierdo, con la hoja parcialmente incrustada en el torso, golpeandolo varias veces en el estómago para después someterlo contra el techo de las instalaciones, creando un enorme agujero, sin quitarle las manos de encima en ningún momento, sujetándolo del cuello con ambas manos.

— ¡Muere maldito!— Cegado por la ira y el dolor, el Origen lo invistió tomándolo por debajo de los brazos, atravesando las rocas del subsuelo.

La temperatura que desprendía era tal que incluso con estar a escasos centímetros de él era suficiente para calentar la armadura al instante, penetrando la malla que había por debajo, quemándole la piel poco a poco. El Paladín a pesar de todo permaneció sujetando con fuerza el mango del arma tratando de sacar la espada del cuerpo, la cuál se había quedado atascada debido a que el metal estaba comenzando a fundirse, aferrándose a ella pese a los múltiples golpes que estaba recibiendo, sintiendo como su piel ardía ante el contacto con el calor del metal, provocandole un dolor punzante invadiendo cada centímetro de su cuerpo, obligándolo a apretar los dientes tan fuerte como pudo hasta que finalmente llegaron a la planta más cercana a donde se encontraban, irrumpiendo en la sala del puente, lugar donde el resto del grupo se encontraba tratando de hallar una forma de calibrar el punto cero con la intención de hallar una salida.

La sala del puente era el punto central dentro de la base de operaciones principal de la Orden, una sala redonda con un enorme agujero en el centro donde se almacenaba el punto cero cuando no estaba expuesto, rodeado por barandales de hierro y en las orillas varios dispositivos con grabdes paneles en la parte superior. Las balizas eran utilizadas para enviar la señal de las frecuencias al punto cero de acuerdo a la información que se registrara en la base de datos del sistema, de esta manera era posible calibrar el punto cero para poder viajar a cualquier realidad que se deseará. La cuna del proyecto "Bridge".

Tanto Dwayne como los demás se quedaron impresionados ante la inminente llegada de ambos, dejando un enorme agujero en el suelo lo que activo el protocolo de seguridad de la sala del puente. El punto cero comenzó a descender por la escotilla que tenía debajo mientras compuertas reforzadas con persianas de acero cubrieron entradas y salidas.

— Maldita sea… ¿¡Incursor cuanto más te falta para canalizar esa cosa!?— Dwayne permanecía al frente del grupo, sin perder de vista al origen, tratando de controlarse al ver como todo por lo que habían pasado podía terminar por ser en vano.

— ¡Lewis como un carajo, te juro que si logramos salir intactos de esta voy a colgarte boca abajo en el primer árbol que encuentre!— Brie tomó distancia, acercándose al borde del barandal, colocando al científico aun inconsciente recostado en el suelo, no pudiendo hacer nada más que observar lo que estaba sucediendo con El Origen.

— ¡Ya voy!, ¡ya voy! ¡Si me equivoco aunque sea en un solo dígito podríamos terminar en alguna realidad igual o peor que este maldito lugar! — Lewis continuaba escribiendo varios códigos de identificación en el panel de control del sistema "Bridge" navegando por diferentes realidades, filtrándolas hasta poder encontrar una que pudiera cumplir con los requerimientos de compatibilidad mínimos, con una tasa de peligro menor al 10%. Algo casi imposible, tomando en cuenta sus anteriores experiencias a lo largo de su trayectoria como incursor de la Orden del Juramento.

En tanto el Origen mantenía sometido al Paladín, levitando a unos cuantos metros del suelo, sujetándolo por el cuello, observando cómo se retorcía en su propio dolor con las ampollas hinchándose hasta reventar por todo su cuerpo.

El Paladín sintiéndose acorralad, impulsado por el intenso ardor que lo afligía nublando su mente, le golpeó en la cabeza utilizando su escudo, actuando de manera desesperada, provocando que perdiera el equilibrio liberándose de su agarre, estampándose contra el piso.

El Origen quedó aturdido por un momento, observándo como el Paladín yacía en el suelo tratando de incorporarse nuevamente. Con una mirada inquisidora evidenciando el desprecio en su rostro, frunciendo aún más el ceño mientras se limpiaba la sangre bajo la comisura del labio con el antebrazo.

El Paladín pese a la incomodidad que le generaban sus heridas, trató de levantarse, apenas siendo capaz de mantenerse parcialmente en pie, arrodillado en una pierna a la vez que recargaba su brazo sobre ella. Quitándose el yelmo de la cabeza, tirándolo a un costado a la par que tosía intentando recuperar el aliento, respirando bastante agitado con una mano sobre el pecho, sintiendo como si aún ejerciera presión en su cuello.

El origen aterrizó a unos metros frente a él, observando cómo permanecía con la cabeza agachada de rodillas bajo sus píes. El paladín vió como este lo miraba fijamente, siendo capaz de sentir el odio que emanaba con tan solo mirarlo a los ojos, levantó su cabeza y una tenue sonrisa se dibujó en su rostro.

— Dime… ¿Estás satisfecho? Esto… era lo que tanto querías, ¿No? … jah— Siendo interrumpido por el mismo cada que tosía, tomando una bocanada de aire para continuar, sin apartar la mirada de su cara.— Supongo que te diste cuenta que al final… todo ese dolor… ese sentimiento alimentado por la ira y el coraje… aun siguen ahi. Te sientes vacío… y si no es así, eventualmente lo harás… no importa lo que hagas, el daño está hecho… se que lo sabes, pero… no eres lo suficientemente fuerte para aceptarlo.

— ¡Cállate! — Tras esto último, el Origen se acercó a él tomándolo por el cuello con ambos brazos, observando con el ceño totalmente fruncido, apretando los dientes con frustración.

—¡Bzzzt! Protocolo de preservación del punto cero, 60% completado.— Luego de que la voz femenina de los intercomunicadores anunciará el protocolo "Preservación cero", las balizas de grieta comenzaron a desactivarse interfiriendo con la señal e impidiendo el proceso de calibracion del punto cero.