P.5: Salto de Fé

— ¡Carajo, carajo, carajo! ¡Dwayne ayúdame! — Brie corrió rápidamente hasta una de las balizas, trepandose hasta llegar a la punta donde el panel de ondas cero se encontraba, sujetándolo con todas sus fuerzas para evitar que se cerrase por completo.

A su vez Dwayne se apresuró a subirse a la baliza contraría a ella, sujetándola con fuerza, evitando que de igual forma que terminará por cerrarse. — ¡ Lewis ! ¡Apresúrate ya! ¡Si no lo haces de todas formas moriremos enterrados en este lugar!— El suelo junto a los cimientos se habían visto comprometidos, del enorme agujero en el suelo comenzaba a salir un momento de humo, esparciéndose por la habitación rápidamente.

El Paladín observaba todo desde la distancia, con una sonrisa orgullosa y una mirada confiada en su rostro.— Jaja.. ¿Ves lo que acabas de hacer..? Todo ese humo … viene de las tuberías inferiores, alimentaban parte de la energía de este lugar… lo bueno es que él punto cero es lo suficientemente autosuficiente como para depender de algo tan banal como un complejo circuito eléctrico.

— ¡Qué te calles!— El Origen no podía seguir escuchandolo por más tiempo, su irritabilidad había llegado a su límite, frunciendo más el ceño mientras amenazaba levantando el puño a punto de golpearle la cara.

— Oye oye cálmate… Ese humo altamente inflamable… si no te controlas vas a hacer explotar todo el lugar con tus llamas.— El paladín permanecía observándolo aún con una tenue sonrisa en su rostro como la impotencia lo invadía una vez más, consciente de que estaba acorralado. El Origen no le quedó otra alternativa que controlar su transformación, reprimiendo todo el coraje que tenía acumulado dentro de su cuerpo, volviendo a adquirir el tono azul pálido en su piel, aunque sin quitarle la mirada al Paladín en ningún momento, mirándolo con una falsa falta de expresividad, apretando los puños con la poca fuerza que le quedaba. Mientras el resto del grupo trataba de mantener en funcionamiento a las balizas del punto cero.

— ¡Lo tengo! ¡Ya podemos irnos ahora!— Lewis había conseguido calibrar el punto cero. Brie y Dwayne permanecían reteniendo los paneles, manteniendo el flujo de la frecuencia.

— Lewis… mierda. ¿Por cuánto tiempo puede permanecer estable ?

— Bueno Brie… es difícil saberlo pero… mientras haya más de 5 balizas activas podemos entrar sin problem-

— ¡Bzzt! Protocolo de preservación del punto cero, 60% completado.— Tras las palabras del comando de voz, un segundo temblor sacudió el lugar, tirando algunas rocas en los alrededores, sacudiendo las balizas de grieta, provocando que Brie terminará por resbalarse, apenas alcanzando a sujetarse de uno de los tubos del mismo, colgando sobre el punto cero.

— ¡Carajo! ¡Brie! ¡Sujetate fuerte, voy para allá!

— ¡Espera Dwayne!—

Dwayne bajo la mirada observando a Lewis con confusión.— ¿¡Qué ocurre!?.

— ¡El resto de Balizas!… se están desactivando..— Las balizas comenzaron a contraerse para iniciar el protocolo de preservación. Dwayne alcanzó a colocar uno de los brazaletes que tenía en sus muñecas para atascar el mecanismo de la baliza en la que se encontraba ahora, observando como 3 de las balizas se habían contraído por completo, dejando solamente otras 3 intactas.

— ¿¡Cuantas dijiste que necesitamos para cruzar!?

— 5 … ¡Necesitamos solo 5!— Lewis se apresuró a dirigirse hacia una de las balizas, subiéndose en ella, atascando el mecanismo con sus manos, impidiendo que el panel se cerrase por completo.

El Origen observó lo sucedido, sin mostrar algún tipo de preocupación en su rostro.

— Dime.. ¿Qué es lo que harás?.. Puedes terminar lo que empezaste a costa de matarlos a ellos… O déjame y salva sus patéticas vidas.— Al oír las palabras del Paladín, el Origen lo miró por el rabillo del ojo, sin decirle nada. Observando al suelo, sumergido en sus pensamientos, mientras escuchaba los gritos de sus compañeros a la distancia.— A esto me refería, lo que dije allá abajo… Veo que ahora lo entiendes, ¿No es verdad? … — El Paladín tomó su brazo, apretandolo con dificultad, mirándolo directamente con confianza a pesar de que él se limitaba a no verlo por completo. — Te has ablandado bastante desde la última vez… Al final, puede que ese día hayas acabado con la mayoría de mi gente, pero yo… Yo termine por destruirte.— Esas últimas palabras resonaron como campanas dentro de su cabeza, despertando en él una ligera molestia, la gota que terminó por colmar el vaso. Girandose a verlo directamente a la cara, sin demostrar alguna otra emoción más allá que un semblante estoico, estampandolo contra el suelo, observándolo por unos instantes antes de tomar su escudo, el cual se encontraba parcialmente quebrado por la parte superior, se dio la vuelta y corrió lo más rápido que pudo hasta donde se encontraban los demás.

— ¡Bzzzt! Protocolo de preservación del punto cero, 80% completado.

— ¡Brie! ¡Dame la mano! — Dwayne había logrado llegar hasta donde se encontraba la rubia, sujetándola del brazo para ayudarla a subir, Sin embargo, en ese momento una réplica sacudió el lugar nuevamente, provocando que la baliza donde se encontraban terminará por romperse.

Al momento de caer Dwayne había alcanzado agarrarse de las barandillas de alrededor, sin soltar a la chica en ningún momento, lastimandose el brazo en el proceso. En tanto, Lewis se encontraba tirado en el suelo, llevándose una mano a la cabeza, sintiendo como le zumbaban los oídos y su visión era nublosa.

— N-no. Necesito… detener las balizas.— Pese al dolor luchó por intentar incorporarse nuevamente, levantando su cabeza, observando como las balizas que anteriormente lograron controlar habían comenzado a deshabilitarse, cerrándose una por una.— No… No.. no.. no..— Pese a lo desalentador del panorama Lewis persistió, luchando contra su fuerte jaqueca para intentar levantarse. Cuando en ese momento una fuerte ventisca pasó por su costado, una figura se perdía entre todo el humo moviéndose a gran velocidad por todo el lugar hasta finalmente detenerse frente a la fosa, acercándose a donde se mantenía alojado el punto cero.

— ¡Mierda!... — Dwayne cerró los ojos a la par que apretaba sus manos con fuerza, sintiendo un fuerte tirón en su hombro. El dolor había comenzado a entumecer su agarre, debilitando conforme pasaban los segundos.— ¡Maldita! …. Sea.. Aghh.

— ¡Dwayne! ¡Suéltame! ¡No necesitas hacerte el héroe ahora!— La chica soltó su brazo, observándolo con el ceño fruncido y una mirada inquisidora, con decisión en sus palabras.

— ¿¡Cuándo vas a dejar de dramatizar todo!? ¡Solo toma mi mano!— Dwayne trató de sujetarse con toda la fuerza que podía, apretando los ojos tratando de soportar el dolor que lo obligaba a ceder conforme más tiempo permanecían pendiendo de una simple barra de acero.

— ¡Entonces sabes que tengo razón, ambos sabemos que con tu brazo así no vas a durar mucho tiempo! ¡Entonces todo esto habrá sido en vano!— La chica rodó los ojos denotando su frustración en su rostro, frunciendo el ceño a la par que lo penetraba observándolo con ojos de pistola. Ambos se encontraban suspendidos en el aire con el brillo del punto cero iluminandolos bajos sus pies, desprendiendo ligeras ondas de energía que generaban pequeñas corrientes de aire alrededor.

— ¡Deja de decir tonterías! ¡Yo si… pu- puedo hacerlo! ¡Se que saldremos de aqui!— Antes que Dwayne pudiera decir algo más, una mano pálida y fría al tacto lo tomó por sorpresa, provocando que se sobresalte.

— Ya callense los dos, que desde aquí puedo oírlos pelear.— Aquella voz apática les era reconocida. Dwayne dirigió la vista hacia arriba esperando encontrarse a quien creía que se trataba. Sus ojos se agrandaron y los músculos de su rostro se contrajeron, formando una gran sonrisa en su rostro.

— ¡Origen! ¿¡Carajo en verdad lo conseguiste!?

— ¡Hey Sigues con vida! ¡Parece que después de todo el cabeza dura del científico tenía razón al haber creido en ti!

— ¿El científico? ¡Pero si fui yo quien tuvo la idea de reclutarlo en primer lugar!

— ¿Cómo puedo estar segura de eso Dwayne? Después de todo no has sido completamente honesto con todos estos últimos días… ¿O me equivoco?

— Por favor no tenemos tiempo para sus discusiones banales, solo sujétense fuerte. Tenemos que salir de este maldito lugar. — El Origen finalmente había conseguido sacarlos de aquel apuro, llevándolos de vuelta a pisar tierra firme. — Escúchenme… con trabajos a penas conseguí realentizar el protocolo de bloqueo de las balizas… aunque algunas estaban completamente destrozadas.

— Espera.. ¿Cuántas quedaron finalmente? — Brie se incorporó inmediatamente colocándose a un lado del cuerpo inconsciente del científico. Quitandole pequeños restos de escombros de encima.

— Solo 3, ¿Por qué?

— Porque para mantenerlo calibrado son necesarias 5 de las 8 balizas…— Lewis irrumpió abruptamente en la conversación, caminando con un ligero cojo hasta donde se encontraban ellos.— Es bueno verte de nuevo viejo… Aunque no se como lograste mantener estables 3 balizas, si nosotros no logramos conservar una sola.

— Utilice fragmentos del escudo de su Paladín, luego simplemente los fundi con el calor de mis manos, junto al mecanismo retractil de las balizas.— Le respondió con desinterés en sus palabras a la par que se acercaba al barandal de la fosa, observando por un momento al inmenso orbe que se alejaba adentro, sintiéndose atraído hacia él de algún modo.

— Cómo una especie de pegamento… vaya, si que te envidio. No sabes cuantas horas me habría ahorrado en el trabajo de haber tenido poderes como esos... ja ja.. Agh.— Lewis se acercó de igual manera al barandal junto al resto del equipo, todos mirando con cierta melancolía al brillante orbe de energía, con las pequeñas ráfagas de aire jugueteando con sus cabellos.

— Debemos irnos…

— Lewis… ¿Cuál es la probabilidad de morir descuartizados por esta cosa?— Preguntó Brie con un tono de seriedad en su voz y el científico aun inconsciente en brazos.

— Bueno…en este estado... y solo con el poder de 3 balizas… Diría que un 50/50— Lewis liberó un ligero suspiro antes de voltearse a observar a su alrededor.

— Así que nuestra tasa de éxito disminuyó a la mitad…— La rubia dio un pequeño salto, parándose sobre el barandal, llamando la atención de los demás de inmediato. Mientras ella aún cargando el cuerpo del científico, observó inerte ante la profundidad del abismo.— Mhh… no es un resultado tan desfavorable. — Dicho esto la mujer se tiró en picada, dejando caer su cuerpo hacia el abismo, dando un salto de fé. Permitiendo que el viento la golpeara en la cara sumergiéndose totalmente en sus pensamientos, manteniendo los ojos cerrados, aferrándose al cuerpo del científico haasta finalmente atravesar el orbe, desapareciendo dentro de él. El resto del equipo se quedó estupefacto ante la repentina acción de la chica.

— ¡Brie!— Tanto Lewis como Dwayne permanecieron con los brazos extendidos al vacío, observando hacía el vacío con una mirada perdidad sumergida en la inmensidad que se cernía ante ellos, arrebatandoles el aliento al ver lo que ella acababa de hacer. El Origen permanecía sin demostrar algun tipo de reacción por su parte, colocándose del otro lado del barandal, estando a tan sólo un paso de caer por la fosa.

— No se queden ahí parados… este lugar no tardará en colapsar... así qué morirán de todas maneras si se quedan aquí...— Dijo el origen sin voltear a verlos a la cara señalando hacia el pozo.— Los veré del otro lado…— Tras pronunciar sus últimas palabras, dejó caer su cuerpo en caída libre.

El sacrificio de ambos sería el motivo suficiente que al final terminó por llevarlos a tomar el riesgo, de este modo, tanto Dwayne como Lewis depositaron cuerpo y alma en lo que muy probablemente sería el salto más significativo de toda su existencia, mientras la compuerta se cerraba detrás suya, entregándose por completo ante las maquinaciones que el universo le tuviera preparado, dejando que el destino decidiera sobre su vida y el valor que está misma tendría, atravesando el punto cero. Para finalmente quedar callado bajo tierra junto a los restos de lo que algún día fue la Orden del Juramento, preparándose para entrar en su fase de hibernación, esperando el día en que algo o alguien logre despertarlo de su eterno descanso.