Morgan se quedó unos instantes contemplando el paisaje que se podía admirar desde las alturas, hasta que una gran sombra cubrió la luz del sol, obligándolo a mirar hacia arriba. Para su asombro, un enorme barco surcaba los cielos.
– ¡Wow, wow, wow! ¡Eso es impresionante!
( Dijo Morgan en su mente, sorprendido )
– Definitivamente estoy en un mundo de fantasía.
Gritó Morgan, con los ojos brillantes y los brazos extendidos hacia el cielo, como si intentara alcanzar aquel barco que navegaba entre las nubes.
El momento de admiración se vio interrumpido por la voz de una joven de cabello rojo, con una venda negra cubriéndole los ojos, adornada con una estrella tallada.
– Disculpe mi atrevimiento, mi señor, ¿pero acaso nunca ha visto un flytilus?
( Dijo la Satana suavemente )
– ¿Ah? ¿Qué es eso?
( Dijo Morgan, confundido )
La chica señaló el barco volador y, con una leve carcajada, respondió:
– Ese, mi señor. Ese es un flytilus.
Sin embargo, tras reírse, la joven pareció darse cuenta de su atrevimiento y comenzó a disculparse una y otra vez, bajando la cabeza con angustia.
– Discúlpeme, discúlpeme, discúlpeme, por favor, mi señor. No era mi intención faltarle el respeto. Perdóneme... Perdón que una estúpida como yo se haya burlado de usted.
( Dijo Satana, humillándose )
– Ohh, con que así se llaman...
( Dijo Morgan, admirando el barco )
Morgan no le dio importancia a la burla de Satana. No se sintió ofendido en lo absoluto, lo que la sorprendió. El joven frente a ella no mostraba ni molestia ni ira; su voz no transmitía enojo, sino pura sorpresa.
– ¿Puedo preguntar algo?
( Dijo Morgan, curioso )
– Sí, lo que usted quiera, mi señor.
( Respondió la joven, aún en un tono sumiso )
– ¿Cómo es que señalaste el lugar exacto donde estaba esa máquina voladora, si tú no puedes...?
Morgan cortó sus propias palabras, evitando mencionar directamente la discapacidad visual de la joven.
– Ah, eso...
Ella levantó la cabeza y descubrió parte de su cabello, mostrando unas orejas ligeramente alargadas con unos pequeños aparatos adheridos, de los cuales sobresalía un diminuto cristal blanco incrustado.
– Es gracias a esto. Es cierto que no puedo ver, pero esto me permite percibir el mundo de cierta forma. Gracias al sonido que producen las cosas y a sus vibraciones, puedo formar una especie de imagen. No es como me gustaría, pero algo es algo. Solo distingo las formas y ubicaciones... Lamentablemente, no puedo ver rostros ni detalles como colores, el cielo o cosas bien definidas.
( Dijo la Satana amablemente )
– P-perdone que una inútil como yo se haya burlado de usted...
( Dijo Satana, bajando la cabeza una vez más )
Sin embargo, Morgan se acercó a ella, le tomó las manos con calidez y, con gran felicidad y emoción, le dijo:
– ¡Wow! ¿De verdad puedes hacer eso? ¡Eso es increíble! ¿Qué tan lejos puedes escuchar? ¿Cómo son las imágenes que puedes ver?
( Dijo Morgan, asombrado )
La joven de cabello rojo se quedó atónita. Morgan no solo no estaba molesto, sino que era amigable, incluso la elogiaba por su capacidad auditiva. Las preguntas eran tantas que Satana no supo cómo reaccionar; aquel chico era... diferente.
Morgan, al darse cuenta de que estaba siendo muy intenso, se apartó un poco y se disculpó.
– L-lo siento... Solo me pareció muy impresionante lo que puedes hacer. Me recordaste a alguien...
Dijo Morgan, mientras en su mente aparecía la imagen de una figura vestida de rojo, con cuernos de diablo.
– Pero, pero... lo siento. Por cierto, no me presenté. Mi nombre es Morgan. Puedes llamarme Morgan. Eso de “mi señor” es un poco vergonzoso.
( Dijo Morgan, algo avergonzado )
– No, no se preocupe, mi señor. Usted no debe disculparse... y menos ante alguien inferior como yo.
( Dijo Satana, bajando la cabeza )
Entonces, Morgan adoptó un tono más serio. Se dirigió a ella con firmeza.
– Levanta la cabeza, por favor.
La joven se negó. Morgan volvió a tomarle las manos, esta vez con un tono amable y suave.
– Por favor, levanta la cabeza. Tú no eres inferior. Eres alguien realmente impresionante. Vivir de esa manera, sin poder ver, debe ser muy difícil... pero te has sobrepuesto a esa dificultad. Y eso, para mí, te convierte en una persona increíble.
( Dijo Morgan, con una gran sonrisa )
Satana estaba perpleja. No solo su voz era calmada y amable, sino que las vibraciones que percibía de él eran diferentes. Eran cálidas, nuevas para ella. Morgan le tocaba las manos con delicadeza... sin repudio.
Entonces, Morgan tomó las manos de Satana y las colocó sobre su rostro.
– ¿Ves? Ambos estamos hechos de carne y hueso. Así que no tienes por qué sentirte inferior.
( Dijo Morgan, cálidamente )
Ese acto la sorprendió aún más. Estaba tocando a uno de ellos. Si lo hubiera hecho con cualquier otro, habría recibido un castigo severo. Pero él... él lo permitía.
– Y llámame Morgan, por favor. Llámame por mi nombre.
Varios pensamientos pasaron por la mente de la joven de cabello rojo. Esta situación parecía irreal, como si estuviera soñando. Algo en esa persona parecía estar... mal, o simplemente era distinto. En medio de su confusión, olvidó el hecho de que no debía pronunciar el nombre de aquellos que dominaban el mundo.
– Morgan...
Morgan sonrió con alegría y dijo:
– ¿Ves? Es mucho mejor, ¿no crees?
Fin del capítulo.
Próximo capítulo: ¿entonces que harás?