9

Nos conocemos por poco tiempo, pero lo que sí reconozco es que Ludwig siempre fue una persona calmada. Eso lo noté desde el principio. Como llegó, rodeado con personas que claramente no conocía incluso si actuaba como si lo así fuera. Con mentiras muy obvias, más como evasiones que respuestas propiamente dichas... Reconocí su mirada desde el principio, alguien evasivo, herido.

Angela, Winston e incluso Tracer, ¡Tracer misma, la que es amable con todos! Nos juntó para aseverar lo que habíamos conseguido de él.

—Tiene partes robóticas. Esas alas en su espalda tienen tanta energía que si explotan, dejarán este lugar hecho polvo.

—¿No es más importante el que tenga todas esas armas flotando en su espalda, Winston? No sé si podamos confiar en él —comenta Angela cruzada de brazos.

No digo nada, ni lo pienso demasiado. No ha demostrado ser un peligro para el grupo, no para mí, ni para Juno.

—No podemos hacernos ver igual que Talon aquí, Angela. Vino solo por Juno—respondo inconscientemente.

—¡Bien podría ser parte de Talon! Sabemos que no conocemos todas sus filas y ya nos ha pasado esto antes, no podemos dejar que pase. No de nuevo —comenta con algo de enojo mientras me mira.

Puedo sentir como los miembros más antiguos del grupo tornan sun mirada entre enojo y tristeza. Reinhardt, siendo el más impulsivo, aprieta los puños con furia.

—No creo que sea de Talon —dice finalmente,relajándose. Se sienta en una silla cercana de donde nos encontramos, en el mando principal.

—Se veía como Juno, perdido...

Mi comentario hace asentir a Winston y la capitana Vivian, los cuales se quedan pensando antes de hablar.

Fueron prácticamente a la vez, haciendo que se interrumpieran bruscamente.

—Adelante, Vivian...

—Gracias, Winston —Agradece con una leve sonrisa para voltearnos a ver—, él no nos ha buscado activamente, se centra en... Juno.

—Si, lo sabemos —digo suspirando mientras me recuesto un poco más en el asiento.

—Dentro de poco, probablemente recibamos contacto por parte de la Doctora Zhao.

—¿Creen que podamos confiar en que ella pueda ayudar a los padres de Juno? Todos sabemos que las noticias proveniente de ella es... que es muy excéntrica. Necesitamos rapidez y eficiencia, sus vidas peligran con cada día que pase.

—Estoy de acuerdo con Angela. ¿No es extraño que quiera ayudar ahora y no antes, cuando perdieron contacto con ella? —recrimino cruzándome de brazos.

Vivian se mantiene en silencio, pero es Winston el que da un paso al frente.

—No tenemos los recursos ni la mano de obra para hacerlo nosotros, creo... que tenemos que confiar en que lo hará bien.

—Bien, pero yo iré primero, no confío en ella.

—De hecho... Ya estabas invitada desde el principio, Hana.

Sus palabras me confunden, lo demuestra mi rostro.

—¿Sí? Que sorpresa,creí que...

—No te preocupes, Hana, todos sabemos que desde el principio te interesó conocerlo más.

—Tal vez demasiado —sigue Angela la desdicha de Vivian con una ligera risa.

Sentí mi rostro arder ligeramente. Me volteo lejos de la constante mirada de mis compañeros, tartamudeando en el proceso de mi respuesta.

—¡No, no! Solo me pareció curioso, no es que esté... interesada —comento pero el escrutinio me hizo ser un poco más honesta conforme hablaba—, además, no puedo concentrarme en eso, no ahora... con Null Sector y Talon pisando nuestros talones... O que lo conozca por menos de un año, ¿Cómo sabemos que...?

Me calmo tras comenzar a dejar de poner excusas. Miro sus miradas, algunas de compasión y otras más de una risa contenida.

—Además... de que probablemente esté interesado en Juno.

—Ahí está la verdadera razón —responde finalmente Angela divertida.

—¡Tranquila, cariño! Él sigue libre, aún tienes una oportunidad —Me dice Lena dándome unas palmadas con una sonrisa—. Nada personal, Mei.

Todo este tiempo que hable no me di cuenta, pero Mei estaba aquí con nosotros. La tía de Juno, claro que ella ya tiene a quien apoyar....

Pero las palabras de Lena me tranquilizan, tiene razón. Aún tenemos mucho tiempo por delante para ganarlo, ¡Soy Dva, por Dios! Claro que puedo ganarme un hombre...

—Tranquila, Hana —responde finalmente Mei con una sonrisa—, creo que Ludwig es una buena persona... Y creo en la competencia justa.

Mientras hablamos, podemos escuchar a uno de nosotros toser. Claramente falso, pero que llama nuestra atención rápidamente. Al voltear al origen, vemos a Winston, más relajado, levantarse de donde estaba sentado.

—Creo que podemos concluir por hoy. Por si acaso, no dejen de observar a Ludwig. Especialmente tú, Hana —comenta con una sonrisa—, que tu enamoramiento no te impida ver cualquier cosa sospechosa.

—Si, señor, como diga—hablo con cierto sarcasmo, evitando sonrojarme más.

Me acerco a Brigitte mientras nos despedimos y comenzamos a retirarnos, viendo que ella solo se quedó de brazos cruzados en toda la conversación. Reinhardt se despide animadamente de ella y se retira. No alcanzo a escuchar lo que dice con ella mientras llego, pero no me preocupa demasiado, seguramente algo de buenas noches.

—¿Por qué tan callada hoy, señorita Lindholm?

—No sé como sentirme de cómoda de que hablemos de otra persona como si fuera un peligro.

Me río un poco con sus palabras. Con una sonrisa fingidamente malvada, me acerco.

—O... ¿No será por quién hablamos?

—¡Oh, no! —contesta avergonzada mientras niega—. Ni siquiera hemos hablado mucho... me da algo de pena.

—Lo sé, lo sé, te entiendo —digo con una sonrisa más tranquila—, yo también me siento así, pero también debemos comprender.

—Sí, desde lo que pasó con...

—Reinhardt te contó, veo —Suelto con poca sorpresa.

Veo como se para un momento sobre unas escaleras poco después de la entrada a la base.

—¿Y cómo no? Reinhardt contó historias de cuando estaba en Overwatch desde que nací. ¡Hasta papá lo hacía de vez en cuando y no vino con nosotros!

Le doy unas palmadas en la espalda para asegurar mi presencia. Pronto, su postura ya movida comienza a calmarse un poco. Su rostro se nota más... relajado.

—Cuanto más pasamos aquí, comprendo lo que quería decir con responder el llamado, pero yo aún no puedo... Siento que Reinhardt nunca superó la vida de cruzado, ni la que tuvo aquí. Él ya no tenía que estar aquí, no tenía...

Me acerco y le doy un abrazo. No digo nada. Solo dejo que saque todo de sí.

Pasaron tal vez minutos hasta que correspondió. Nos separamos más relajadas, tal vez esto era lo que necesitábamos hoy, sacar un poco de lo que tenemos dentro.

—Siento que Ludwig está atrapado en el pasado, igual que Reinhardt. Tú también lo ves, ¿No?

Asentí levemente, sabiendo a qué se refería.

—Quiero ayudar, lo quiero ayudar... Pero no podemos, no con alguien que no quiere o lo evita por completo.

—Pero podemos estar ahí para él. ¿No crees?

Nos miramos con duda, pero finalmente Brigitte asiente.

—Estoy segura que con el tiempo, sabremos todo. Y es ahí donde podremos...

—Ayudar —Termino la frase, asintiendo.

Quisiera poder decir eso, Ludwig: ¿Cómo podemos salvar a alguien que no quiere ser salvado?

Mi mirada está fija en el suelo, donde un gigantesco hueco termina con lo que parece una figura, llena de heridas y con un olor a quemado tan fuerte que en cualquier otra situación me quejaría.

Pero no puedo estar más preocupada.

—¡Ludwig, responde! —Oigo la voz de Juno rápidamente yendo al fondo del agujero, con lágrimas y un tono tan triste como cuando habló de sus padres por primera vez.

No hubo respuesta.

Un haz de luz irradia de los drones de Juno, intentando curar las heridas de Ludwig. Yo no puedo hacer nada y ahora me siento estúpida, cuando hablé con Brigitte, me sentí confiada, soy Hana Song, Dva misma y aquí estoy, fallando una vez más.

Él se encargó de esas cosas, todas ellas. Los gwishin huyeron poco después de lo que aconteció e incluso gracias a él hubo prácticamente nulas bajas conforme los monstruos se centraban en pararlo. Él, que ahora está con las alas parpadeando y a un paso de la muerte.

—Juno, mantén la calma. Sigue vivo.

Pese a las palabras tranquilizadoras de Angela, las lágrimas no pudieron evitar salir de mis ojos, no lo suficiente para no ver conforme procedían a traer la nave cerca, usando una camilla con una profesionalidad digna de la médica del grupo.

Los láseres ayudaron a mantener vivo a Ludwig lo suficiente, pero tenemos que volver a la base.

Reinhardt estaba en silencio, con una mirada de lástima, intentando confortar a Brigitte.

Lo que más me confortó fue saber que sobreviviría, estoy segura. Y haber visto a mi antiguo equipo, también ayudó saber que gracias a la pelea a tres bandas, no hubo tantas bajas civiles como si solo nos hubiéramos confrontado a los monstruos.

¿No es gracioso? Ser ayudados por nuestro enemigo, casi puedo sentir alegría.

Juno estaría abrazada a Ludwig si pudiera, pero cualquier movimiento tosco lo pondría en una situación peor.

—Estará bien, Juno, estoy segura que él a tenido peores.

—Yo... Sí, por supuesto, eso espero —Su voz tartamudea con dudas y miedo, destacadas por las lágrimas aún cayendo por su rostro.

Le hago una ceña a Mei para que ayude, rápidamente comprendiendo a lo que me refería al acercarse a Juno para ayudarla a separarse de Ludwig.

—¿¡Pero y si él me necesita!? No lo sé, tía Mei...

—Estará bien, Juno, también tienes que descansar. Por él.

—Si, si... seguro es lo que él querría.

A lo lejos, en una mesa, se podía ver a Winston y Vivian hablando. No sabía si acercarme o no, pero finalmente decidí dejar a Ludwig al cuidado profesional real, es decir, Angela; mientras que yo me acerqué a escuchar la conversación.

—Son monstruos nunca antes vistos, cayeron sobre nuestras narices y ¿El gobierno coreano no se dio cuenta?

—De hecho... Sí hay registros de esas cosas, Vivian.

Eso me sorprendió tanto a mí como a Vivian. Me acerqué más.

—Puedes sentarte, Hana, no es una conversación privada.

La voz autoritaria de la capitana me obligó a acercarme más y sentarme a escuchar.

—Solo pasaba de casualidad —Me excuso de una manera tan mala que sus miradas lo dicen todo. Finjo cerrarme la boca con llave para que sigan hablando.

Vivian rueda los ojos con ironía antes de centrarse en Winston, que mueve las manos sobre sí mismas con algo de nervios.

—Es una especie que se creyó extinta por Schwarz. Escuché de ello en... mi juventud.

—¿Schwarz? No creo entonces que sea casualidad que se llamen igual que el apellido de Ludwig, ¿Cierto? —pregunto con cautela, viendo que es referente a Lutz.

Winston asiente mientras se acomoda las gafas con delicadeza.

—Así es. Schwarz fue una compañía de seguridad e investigación espacial... Era un conglomerado único en Alemania.

—No he escuchado de él en mi vida.

—Nunca fueron de hacer patrocinios, Hana. Era una compañía que se mantenía por sí sola, incluso en Alemania, pocas personas la recordarán —responde, sorprendiéndome a mí, aunque me siento algo ofendida, no he participado en patrocinios de todo el mundo como para que lo remarque... Totalmente—. Una sección se hizo pública para las grandes mentes científicas con especies fuera de este mundo. La mayoría extintas o tan lejanas que no podríamos verlas aunque lo intentásemos.

—Entonces esas... cosas, ¿Son una de ellas? No las veo muy extintas.

—Hana —dice la capitana con las intenciones muy claras tanto en tono como en voz.

No tengo más opción que asentir derrotada y dejo que Winston continúe. Winston sonríe, al menos una pequeña comisura marcada en sus labios.

—Son capaces de atravesar el espacio para cruzar largas distancias. Son armas, criadas en enjambres enormes que utilizan la sangre de sus víctimas como comestible y devoran la vida a su paso. Schwarz aseveró que crearían un arma para exterminarlas, en caso de ser necesario.

—¿Eso hace cuántos años fue?

—Hace mucho, se retrasó dado que nunca hubo indicios de las criaturas. Enjambres, coloquialmente hablando.

Oh, sí. Muy originales.

—Supe que se retrataron como extintos antes de unirme a Overwatch. Cerraron años antes que nosotros, en el 59.

—Un año después que Ludwig...

—¿Cómo sabes su ...? Olvídalo, creo suponer.

—Hablamos mucho mientras jugamos.

—Sí, jugar. Claramente.

Ambos me miran con una mirada que decido ignorar tajantemente, pero el rubor enmarca mi rostro con fuerza.

—Como decía, ese mismo año nos enviaron información a Overwatch con datos importantes y aseveraciones actualizadas. Como la aseguración de un método de contingencia contra el enjambre.

—Ludwig.

—Eso supondría —responde Winston mirando a Vivian con lástima—, decían que aunque la compañía no existiera, no habría forma de que el enjambre tocase tierra.

—Pues parece que se equivocaron... —comento con sarcasmo—. Entonces ahora además de Talon y Null Sector, ¿Enfrentaremos unos zerg en la vida real?

—No lo creo. La documentación aseguró que mientras que son numerosos, hay pocas manadas. Y como hemos visto... No son poco ruidosos con sus acciones. Ya hubiéramos recibido más notificaciones de sus acciones.

Era tanta información, pero que por lo menos daba un respiro de aire fresco en comparación a lo que esperaba.

Oh, Lutz, ¿Pero qué tanto habrás visto? Mi mirada no puede evitar girarse hacia él, que aunque en silencio, sus heridas me decían todo el sufrimiento por el que estaba pasando.

—Ya veo, entonces este... zarcillo fue en realidad reciente y se expandió a tal punto en cuestión de horas.

—Supones bien, Hana.

Eran malditos zerg, no estoy loca, estoy aliviada. Mucho, de que las probabilidades de enfrentarnos de nuevo sean pocas.

También es porque significa que Ludwig ya no tendrá que enfrentarse a ellos. Ahora lo sé, porque su mirada siempre tiende al vacío, o porqué pelea tan... bien.

La conversación tira entonces a un punto más banal y lleno de nostalgia. Me alejo sutilmente de la conversación para pensar.

Está vivo, pero sus heridas son tan profundas que me hace pensar que podría terminar como Genji. Aunque lejos no está con esas alas y ese brazo mecánico.

Me reiría, pero su vitalidad sigue estando baja aún ahora.

Me acerco a él, sentándome cerca de él y me dispongo a acariciar sus alas. Es curioso, creo haberlas visto brillar más que nunca cuando lo vimos pelear en el cielo. Ahora están parpadeando... Y su brillo es opaco, como es de esperar.

Poco a poco, me hace preguntarme más. Él fue hecho para acabar con enjambres casi infinitos, ¿Cómo podrías mantener la salud y energía para ello?

No son teorías vacías, a diferencia del resto, mi visión fue suficiente con el meka para ver la batalla. Estoy segura que no fui la única que notó que del combate, la sangre fue lo que menos faltó.

Cuando fuimos a la torre Lijiang lo único que había eran cuerpos, pero no había sangre...

—Tal vez sea la clave —me digo a mí misma levantándome de golpe.

Comienzo a caminar a una velocidad apresurada en dirección a Mercy, que está hablando tranquilamente con Genji, ambos algo desgastados.

—¡Angela, Angela!

—Él sobrevivirá, tranquila, Hana.

—No eso, creo que tengo la clave para que sobreviva.

Su interés se eleva rápidamente, girándose a verme con curiosidad.

—¡La sangre! Tenemos que probarlo.

Su mirada se tornó seria y su ceño se frunce. Parece comprender mis palabras.

—No podemos matar a nadie, Hana.

—¡No eso! Tal vez la carne de animales funciona igual, o podemos conseguir bolsas de sangre. Estoy segura que es la forma más rápida de que se recupere.

—Tal vez la sangre fluía para no dejar pruebas de los hechos, Hana. No te emociones demasiado.

Su deducción, contraria a la mía, me desinfló los ánimos, pero no demasiado. Tengo confianza. Se lo que vi.

Y estoy segura que esto ayudará a Ludwig. Él vivirá.

Volteo a ver Juno, que nos mira con esperanzas. Incluso Brigitte se siente más confiada. Su mirada lo demuestra.

Sonrío.