“MI ÚNICA AMIGA” [PARTE 2]

IV

 

Había pasado una semana completa, desde la última vez que Kaito hablo con Alisse. Él había conseguido su objetivo "pedirle a Rin, que le enseñe a leer y escribir". Él piensa que no fue tan difícil pedirle tal favor, pero realmente estuvo casi veinte minutos dando vueltas en círculos, alrededor de una mesita cualquiera de la mansión, pensando en cómo preguntarle. Elisa lo encontró haciendo eso.

Durante toda esa semana estudiando, se había percatado al instante que su alfabeto era muy similar al abecedario de su mundo e incluso más simplificado, aunque eran símbolos más complicados. En el caso de los números, eran muy similares a los clásicos "Números Romanos", o por lo menos seguían el mismo principio.

—Así que ¿Esta cosa que parece una "y" invertida con puntos funciona como una "b" y sin ellas como una "v"? ¿O me equivoco?

Cosas como esas decía, mientras estaba aprendiendo la escritura.

Pasaba la gran parte del tiempo intentando leer cuentos cortos, la otra parte era jugando con Hanae y tenía muy poca interacción con el resto de la mansión.

Un día de la semana se había encerrado solo en una de las bibliotecas del primer piso, con una hoja que el mismo había hecho, que le servía como guía comparativa entre el abecedario de su mundo y la escritura de ese mundo paralelo.

—Creo que ya entiendo. Ahora me encuentro en el continente de "Los Países del Sol", en honor a la Diosa "Aelia", Compuesto por tres países, "Alaria", "Dragosa" y en donde me encuentro actualmente "Neveral" —explicó mientras veía un mapa muy de detallado del continente y donde "Dragosa y "Alaria" tenían tamaños especialmente grandes, en comparación de "Neveral".

Él solía ir fuera de la residencia hacia el bosque, para seguir leyendo con tranquilidad. Había una gran cantidad de árboles, pero había un lugar en específico que según él era ideal para leer. Un sitio en medio de muchos árboles, que estaba plano de estos mismos, en donde había unas pequeñas ruinas sin importancia donde se podía sentar.

Y justo hoy Kaito se dirigía nuevamente hacia allá.

Mientras Alisse estaba caminando por el pasillo del segundo piso.

—Un monstruo atravesó la barrera… —dijo al aire sin que nadie la escuchase.

Justo en ese instante vio como el muchacho se encaminaba directo hacia el bosque.

—Creo que ya estoy empezando a comprender esto de la magia… —dijo ya sentado en las ruinas— según este texto…

 

"Los hechizos para ser conjurados, el maná necesita fluir, para eso existe el encantamiento "Apertura del maná de ". Después de ser activado comienza el consumo activo de energía. Desde ese momento el mago tiene la capacidad de "Conjurar". "Aqua Shield", "Aqua Serpent" o "Cumulonimbos" son hechizos clásicos de libro que se le enseñan a los magos, desde principiantes hasta avanzados, la capacidad de usar unos u otros, como también su potencia, está limitada a la capacidad del usuario."

 

—Además de eso, lo que más importa es la concentración, y la capacidad de imaginar y optimizar. Y por otro lado…

 

"El activar el maná tiene sus costos, agotamiento del maná, físico, mental, entre otros. A su vez, el nunca activarlo, también, puede ser contraproducente. Contener el maná mucho tiempo, sin uso, puede conllevar a enfermedades relacionadas a esta."

 

—¿Es como si tuviera fecha de vencimiento? En pocas palabras hay que ir reciclándolo.

Eso fue lo que el muchacho entendió.

En ese instante escuchó unos pasos, que rompían las hojas del suelo. Era Alisse, quien se dirigió hacia él, sosteniendo un libro. Él se dio cuenta que dicho libro tenía un trébol en la portada con el numero "tres", pero obviamente escrito con la simbología de ese mundo.

—Veo que entiendes más rápido de lo que creía… —dijo afirmando la deducción del joven.

—¡Alisse! ¿Qué haces aquí? —preguntó sorprendido el muchacho.

—¿Estás leyendo? —preguntó la doncella.

—Eh… Sí…

—Veo que vas bien, yo… Pensaba que sería más divertido leer en conjunto.

Ni con "Deja Vu" el muchacho era capaz de comprender que era lo que pasaba por la mente y el corazón de la joven, pero eso "daba igual" estaba contento de poder tener una amiga, la única que tal vez podría llegar a tener en ese vasto mundo…

Mientras tanto en otra parte, en ese mismo momento, Beatrice estornudo y dijo: "Siento que mi puesto está siendo amenazado". "Pero si usted no hace nada" fue la respuesta de Clara, que estaba su lado.

Durante minutos se quedaron leyendo, uno frente al otro, sin intercambiar palabras ni miradas, tan solo enfocados en su lectura.

—Dime… ¿Aprendiste algo nuevo? —preguntó la doncella plateada sin levantar la mirada.

Por otro lado, el joven sí levanto la mirada y dejó el libro sobre sus piernas.

—Bueno… Ahora entiendo a qué te referías con eso de que Laplace había dejado una "herida en el mundo", si no me equivoco, este delta gigante que aparece en el país de Dragosa se le llama "La Garra de Laplace", se supone que fue un acto del mismo ángel.

—Exacto, esa es la razón. Ese lugar está infectado de su poder.

—Ahora que lo pienso ¡que bueno! que ya no existe alguien como él…

Comentó al ver que existía la posibilidad de llevar a cabo tales actos sobrenaturales, claramente era mejor no conocer a alguien así.

Movió un par de hojas del libro.

—Entre otras historias… La caída del reino humano "Ineria" en las tierras bajas de Alaria, provocado por las cuatro brujas de la calamidad, a las que luego se les dio caza, siendo derrotadas por Amelia Novatravel. La historia del Bosque Rojo y la historia de la Viuda del Abismo —explicó y sonrío— Aunque bueno no sé cuál de estas historias es real o es un cuento de hadas.

—Todas esas historias, son muy trágicas —dijo Alisse agachando la cabeza.

En ese instante "Deja Vu" se activó, pero Kaito no supo interpretarlo.

—Es cierto, me parecen muy tristes…

Kaito sintió que el ambiente se estaba poniendo denso así que intentó de forma forzada cambiar el tema.

—¡Por cierto! ¡Increíble la barrera que pusiste!

—Ah, sí, hace que la nieve que genera tu maldición no pueda pasar… Es muy práctica.

Efectivamente, el pasto estaba seco en su totalidad, ya no había rastros de nieve, todo gracias a dicha barrera, la cual Alisse estuvo estudiando.

—Gasta poco maná y me permite cubrir un gran área del bosque, lo más difícil fue preparar el hechizo.

Durante estos días Alisse estuvo recorriendo el bosque, preparando la barrera. Puso en riesgo su vestido y sus zapatos blancos, tanto esfuerzo tenía una razón.

—Ross me había dicho que, si la preparaba, me daría una nueva colección de libros.

—Jaja ¡Propio de ti!

Se escuchó el sonido de unas hojas moverse…

En ese momento Alisse se paró rápidamente e hizo un gesto de concentración con los ojos.

—¿Qué sucede Ali?

—Dime Kaito ¿Estudiaste algo sobre bestias?

—La verdad, no…

—En Neveral, no hay bestias muy peligrosas; sin embargo, casi todas comparten algo en común "Sentirse atraídos por una gran cantidad de maná".

—Y…. ¿A qué viene eso?

—A que tú eres una de sus presas favoritas… Y uno de los monstruos más peligrosos de Neveral la "Salamandra Blanca" nos está acechando.

—¡Espera! ¿En ese caso no deberíamos irnos? —exclamó preocupado.

—No te alteres, solo es una.

—¿Cómo no me voy a alterar? —preguntó aun preocupado.

Sin prestarle mucha más atención a Kaito. Ella cerró los ojos, alzó su mano izquierda y bajo la derecha, dejando ver en ambas sus palmas, cruzó sus pies y comenzó a recitar:

—Apertura del maná de Neoma.

—¡Ese! ¡Ese el encantamiento para empezar a usar magia!

—¡Aqua Shield! —gritó alzando la mano.

Tan pronto alzó el brazo, se formó un escudo de agua, con un símbolo de mariposa en el centro, contra el cual chocaría una gigante bestia blanca de cuatro piernas que se había abalanzado contra ellos.

—¡No te preocupes Kaito! ¡Yo te protegeré!

La chica, mientras levantaba los brazos, como si estuviera a punto de comenzar a bailar ballet, empezaron a formarse semiesferas de agua, que flotaban alrededor de ella.

Algunas de esas acumulaciones de agua flotantes, se juntarían alrededor de Kaito.

La bestia luego del golpe se paró en dos patas, era básicamente una lagartija gigante, perfectamente de casi tres metros, blanca y con ojos morados, pero con aspecto monstruoso y aterrador.

La salamandra miró directo al muchacho. Por lo que Alisse se molestaría frunciendo el ceño.

—¡Mírame a mí! —exclamó balanceando los brazos.

Varias de las acumulaciones de agua se movieron a gran velocidad en dirección a la bestia, tomando forma de flechas.

La bestia recibió algunos de los impactos, pero en un lugar de poca relevancia y se fue directo hacia el muchacho, usando las cuatro piernas.

—¡Maldición, que molestia! —dijo Alisse.

El muchacho intentó pararse, pero las piernas le temblaban y le pesaban.

—¿Qué me pasa…? Tranquilo Kaito, esto no es nada en comparación a esa noche —se susurró así mismo mirando el suelo y posteriormente a la salamandra corriendo hacia él.

Él empezó a sudar del miedo, y a respirar de forma irregular, pero ese miedo duraría poco, gracias a una voz.

—¡Kaito cálmate! —exclamó Amaru— Esa niña sabe lo que está haciendo, respira con tranquilidad…

El muchacho recuperó la calma instantáneamente, al recordar que tenía a Amaru de su lado.

Justo a pocos metros de llegar hasta Kaito, unas de las acumulaciones de agua empezó a temblar y crecer, hasta formar un escudo, otro "Aqua Shield".

Y el monstruo chocó nuevamente contra dicho escudo, se aturdió. Lo que le dio la oportunidad a Alisse de rematar la situación. Ella movió su brazo derecho hacia abajo, y directo hacia la cabeza de la salamandra, impactaron unas flechas de agua, que la mataron.

—¡Kaito! ¿Te encuentras bien? —preguntó Alisse acercándose a él.

Él se rasco la cabeza y respondió:

—Yo… Sí, estoy bien

Mientras él se paraba la chica le dijo:

—Realmente no tienes madera de héroe…

Ese tan acertado comentario, le pesó a Kaito; pero no tenía como rebatirlo. En realidad ni siquiera se planteó el hacerlo.

—¡No tengo nada que decir en contra! —dijo riendo.

La chica posó sus puños sobre sus delgadas caderas y lo miró levantando una ceja.

—Bueno eso no importa… Buen trabajo, tal vez Ross nos pague por entregarle esta Salamandra.

—Pareces una aventurera, reclamando su recompensa.

La chica le lanzó una mirada de mal gusto, mientras se acercaba al monstruo.

—No me compares con esos bárbaros de Dragosa —dijo a duras penas, intentando arrastrar a la bestia con todas sus fuerzas, sin lograr nada, a tal punto que se puso roja de tanto esfuerzo.

Ella se cansó y empezó a respirar como si hubiera corrido kilómetros y a duras penas dijo:

—M-mejor, le d-digo a Naomi que lo lleve…

Kaito se acercó a Alisse, sin darse cuenta habían dejado ambos libros en el suelo.

—Mejor vámonos, no quiero estar más tiempo afuera…

Ambos se retiraron del lugar y volvieron a la mansión.

Por cierto, Naomi fue capaz de llevarse a la bestia usando solamente una mano…