—Los oídos de Fiona resonaban como si hubieran recibido una bofetada. Con eso vino un ataque de pánico sorprendente que ella no sabía que podía existir en su cuerpo.
—Sin embargo, ver las expresiones aburridas en los rostros de los cuatro hombres frente a ella fue suficiente para matar el pánico que crecía dentro de ella. Ellos no creerían en su temblor y caída al suelo ahora, incluso si fuera real.
—Inhaló profundamente, fijando su mirada en Ewan, quien también la miraba intensamente como si esperara algo de ella.
—¿Un arrebato de ira? ¿Otro juego de roles? Fiona no estaba segura, pero estaba cierta de que si hubiera sabido que esto iba a suceder, realmente se habría esforzado por escapar cuando comenzó el tiroteo más temprano ese día.
—Habría luchado con uñas y dientes con el equipo de seguridad para escapar del infierno en el que había caído.
—¿Qué podía hacer ahora? ¿Qué podía decir cuando Ewan la había vencido en su propio juego?