Preparándose

—¿Hay algún otro paciente en mi lista de espera para hoy? —Atenea le preguntó a Ciara mientras hojeaba las últimas noticias que circulaban por las redes sociales en su tableta.

—No, señora. Ha terminado por hoy —respondió Ciara, levantando brevemente la vista—. Los otros doctores pueden encargarse de los demás pacientes. Puede descansar ahora. Usted es la gerente del hospital, no solo una simple doctora…

Ciara de repente se cubrió la boca, dándose cuenta de que estaba excediéndose en sus límites. Peor aún, su jefa ahora la miraba con una expresión neutral.

Sin embargo, se relajó cuando Atenea se echó a reír con ganas, negando con la cabeza.

—Gracias por tu preocupación, Ciara. Pero estaré bien. La razón por la que aceleré mi agenda hoy es porque tengo otro lugar al que ir en la próxima hora —mencionó Atenea, aún con una sonrisa en los labios.