No ayuda del universo

—Entonces, ¿qué significa esto para mí? —La voz de Violeta estaba cargada de pánico mientras miraba fijamente a Alaric—. ¿Significa que no soy humana?

—No lo sé —admitió Alaric, claramente frustrado consigo mismo.

—Espera un minuto... —Los ojos de Violeta se abrieron de par en par cuando un pensamiento la golpeó—. ¿Soy un hombre lobo?

—¡Realmente no lo sé! —Alaric chasqueó, lanzando sus manos al aire.

—¿Cómo puedes no saber eso? ¡Se supone que eres el inteligente! ¡Deberías saberlo todo! —La exasperación de Violeta se desbordó mientras lo miraba fijamente.

—Bueno, no sé todo, ¡Violeta Púrpura! ¡No soy una maldita computadora! —Alaric respondió, alzando la voz.

La tensión entre ellos fue intensa por un momento antes de que Violeta se contuviera. Tomó una respiración profunda y se frotó las manos en la cara.

—Mierda… lo siento —murmuró una disculpa.