Las sorpresas del día nunca parecían terminar porque, por primera vez desde su llegada a la Academia Lunaris, Violeta se encontró sentada con sus compañeras de habitación para desayunar.
Aunque Margarita e Ivy eran polos opuestos, siendo la primera la nerd clásica y la última, la mariposa social con una lengua afilada, permanecieron unidas, al igual que Lila y Violeta compartían una camaradería inesperada. Por lo tanto, siempre estaban las dos comiendo juntas, tal como Lila y Violeta preferían su tiempo juntas.
Pero cuando Violet y Lila entraron, fue Ivy quien sorprendentemente les hizo señas para que se acercaran a su mesa por primera vez. Después de todo, Ivy había dejado claro su disgusto porque Violet siempre enfrentaba a la élite, especialmente a Elsie. En su lenguaje, nunca podría asociarse con tal persona.
Al mismo tiempo, Violet, sorprendentemente, no rechazó la oferta como solía hacerlo con otros estudiantes siempre que mostraban una inclusividad inusual.