—¿Qué es eso y qué están haciendo? —preguntó Violeta, con la mirada fija en un grupo de estudiantes que cuidadosamente colocaba estructuras parecidas a garras con puntas retráctiles sobre las mandíbulas superiores e inferiores de los lobos.
—Eso es un agarre de boca —respondió Natalia con despreocupación.
—¿Agarre de boca? ¿Así es realmente como se llama? —repitió Violeta, frunciendo el ceño ante el nombre extraño.
—Sí. Es una herramienta que permite a los jugadores sostener y manipular la pelota en sus mandíbulas durante el juego. Bastante esencial para el Lycan Fangball —Natalia señaló a uno de los lobos al que le estaban colocando el dispositivo.
—Parece que va a doler —la cara de Violeta se torció preocupada.