El Juego de la Carrera

Violeta miró a su alrededor, tomando nota del brillo de las luces de la calle que bordeaban el sendero del bosque, cuya fría iluminación se extendía infinitamente en lo que quedaba del Claro de Plata, ya que estaban en medio de él.

El enorme esfuerzo y recursos puestos en esta así llamada iniciación la inquietaban. Presumiblemente, era por su seguridad, pero sobre todo, esto era sin duda un espectáculo. Un escenario, cuidadosamente preparado para cualquier retorcida iniciación que los Alfas habían ideado.

Un escalofrío recorrió la espina dorsal de Violeta. ¿Qué diablos estaban planeando?

El grupo de novatos —una mezcla de estudiantes de primer año, nuevos admitidos y estudiantes becados como ella— se mantenían juntos, su confusión y ansiedad saturando el fresco aire nocturno. Al menos, en ese momento, no había división entre ellos. Todos estaban igualmente atrapados.