Un Aliado Inesperado

Completamente empapada y cubierta de suciedad, Violeta no tenía ni idea de dónde demonios estaba. Su plan inicial había sido rodear hacia el borde del Claro Plateado, pero los lobos la habían empujado más adentro del bosque ennegrecido, forzándola hacia este terreno desconocido. Y ahora, estaba perdida.

Fue por pura suerte que logró sacudirse a los lobos de su pista mientras luchaban entre ellos. Pero Violeta sabía mejor que nadie que no debía bajar la guardia, no cuando todavía estaban allí cazándola. En ese momento, su corazón latía como un tambor de guerra, el ritmo frenético pulsando en sus oídos mientras sus pulmones ardían con cada respiración.