No Dos Preguntas

Asher y el evaluador convergieron en el centro del piso manchado de sangre, y la brutal pelea comenzó. El evaluador fue el primero en atacar, lanzando un golpe feroz hacia la cara de Asher. Pero Asher esquivó con facilidad y contraatacó al instante, su puño golpeando la cara del hombre con suficiente fuerza para hacer volar dos de sus dientes. Sin embargo, increíblemente, el hombre apenas pareció registrar el dolor. Ni siquiera tambaleó. Si acaso, dejó escapar un gruñido gutural, luciendo muy desequilibrado mientras se abalanzaba de nuevo.

Asher lo enfrentó de frente, esta vez enterrando su puño directamente en el abdomen. Un sonido sordo y pesado resonó en el almacén cuando el impacto levantó al hombre del suelo y lo envió estrellándose hacia atrás. Rodó por el suelo, el polvo y la sangre mezclándose en el aire. Y entonces, como un zombi predecible, se levantó de nuevo. De nuevo.