—Escuchando mis palabras —Chen Namei respiró hondo y se recostó en el auto.
Tras dudar durante mucho tiempo, finalmente habló:
—Xu Tian, ¿verdad? Necesitamos dejarlo claro esta vez, solo puede ocurrir una vez. Después de esto, no debe haber lazos entre nosotros.
—Si él se entera de ti y de mí... ambos estamos muertos.
—Está bien, te lo prometo.
Asentí enfáticamente.
Siendo humano, uno no debería ser demasiado codicioso.
Solo de pensar en hacer eso con ella me emociona en exceso.
Esta estrategia puede ser desvergonzada, pero debo admitir que realmente funciona.
Esto es probablemente a lo que se refieren con "gente sin vergüenza es invencible en el mundo".
—Pero no aquí, sígueme, vamos a mi casa.
Al ver mi cara de excitación, ella me lanzó una mirada de asco.
Luego estacionó el auto y me llevó a su casa.
Una vez en casa, ella simplemente me miró fríamente, con los brazos cruzados frente a su pecho y una actitud superior.