La noche era fría, y el aire llevaba un susurro inquietante entre los callejones oscuros de la preparatoria Kurohime. Haruka Shimizu esperaba de pie, abrazándose para protegerse del viento helado. Había algo extraño en todo aquello; la llamada de Yoge, su silencio, y ahora esta reunión. Miró alrededor, pero no había señales de él.
De repente, el sonido de unos pasos resonó en la oscuridad. Haruka giró rápidamente, lista para enfrentarlo. Pero en lugar de Yoge, De repente, en las sombras se movieron y dos figuras aparecieron frente a ella: Ayano Kazami y su pareja Ryu Mitsubishi. Ayano caminaba con esa sonrisa arrogante que solo mostraba cuando nadie más la veía, revelando una personalidad completamente opuesta a su máscara pública.
—¿Kazami? —preguntó Haruka, sorprendida—. ¿Qué haces aquí?
Ayano se detuvo a unos pasos de ella, con esa expresión cálida que había engañado a tantos, pero que ahora Haruka empezaba a ver como una máscara.
— Buenas noches, Shimizu-san —dijo Ayano, con un tono sutilmente burlón, mientras Ryu sostenía una cuerda con una expresión neutral. — Siento que estás tramando algo en mi contra. No puedo permitir eso, ¿sabes?
Haruka frunció el ceño.
—¿Qué? Yo no he hecho nada.
Ayano soltó una carcajada que rompió la tensión en el aire. Luego, su sonrisa cambió; dejó de ser tierna y se volvió perturbadora.
—Hagame me lo contó todo.
Haruka retrocedió, impactada.
—¿Qué?
Ayano rio suavemente, pero había una crueldad en su mirada. — ¿Hagame? Oh, querida. Tu Hagame-kun trabaja conmigo. ¿Acaso no te diste cuenta? Me sorprende que hayas sido tan ingenua.
Haruka dio un paso atrás, sintiendo una mezcla de confusión y rabia. — No puede ser… ¡Hagame no haría algo así!
Ayano sonrió con superioridad, avanzando hacia ella.
—Haruka, querida. En esta escuela, solo hay espacio para una persona en el reflector, y soy yo.
Ayano chasqueó la lengua, se acercó y le dio una fuerte bofetada en la cara. Haruka cayó al suelo, su mejilla enrojecida por el impacto. Ryu se acercó sin decir nada y comenzó a atarla con la cuerda, ignorando los intentos de resistencia de Haruka.
—Déjame ir —dijo Haruka con determinación.
—Cállate —murmuró Ryu, antes de abofetearla también.
— No te resistas, Shimizu. —La voz de Ayano era venenosa mientras se inclinaba hacia ella. — Aquí solo hay lugar para una persona en el reflector, y esa soy yo. ¿Entendido?
Haruka, con la cabeza gacha, murmuró con determinación: — Te equivocas. Hagame no está de tu lado, Kazami. Esto no tiene sentido.
La burla de Ayano se intensificó.
—¿De verdad? Hagame es solo un idiota, que piensa que puede hacer algo contra mi.
Ayano rio nuevamente, pero antes de que pudiera responder, su teléfono vibró con un mensaje de un número desconocido. Lo leyó y su rostro perdió color: era un video. El video mostraba exactamente lo que acababa de suceder, las bofetadas y la escena en el callejón.
Ayano miró alrededor del callejón, su mirada llena de desconfianza. — ¿Quién demonios está grabando? —preguntó en voz alta.
Otro mensaje llegó:
"¿Quieres que este video se difunda por toda la escuela?"
Ayano se puso de pie, buscando al responsable.
—¿Quién eres? ¡Muéstrate!
Ryu, confundido, preguntó aún sosteniendo a chimizu:
—¿Qué está pasando?
Otro mensaje llegó al teléfono de Ayano. Esta vez, era una simple advertencia:
"¿Quieres que toda la escuela vea esto?"
Ayano no respondió, su mirada recorría el callejón como si esperara que alguien apareciera. Entonces, llegó otro mensaje. Esta vez eran fotos de Ryu con una chica, aparentemente de su clase. Ayano apretó los dientes al ver las imágenes.
—¿Qué es esto, Ryu? —dijo, mostrándole las fotos.
— ¡Ayano, no es lo que parece! ¡Puedo explicarlo! —respondió Ryu, levantando las manos en señal de rendición, soltando a chimizu que aún estaba atada.
Pero Ayano estaba fuera de sí. Le dio una bofetada y gritó:
—¡Cállate, cerdo! ¡Cómo pudiste traicionarme!
—Ayano, por favor, déjame explicarte-- dijo ryu.
—¡No quiero escucharte! —gritó, antes de girarse hacia Haruka—. ¿Qué miras, perra?
Se acercó y volvió a abofetearla, mientras Haruka, aún atada, intentaba resistir el dolor.
Ryu la miró con furia y apretó los dientes antes de alejarse, murmurando: — Esto no se quedará así, Ayano.
Ayano kazami lo odservo sin decir nada viendo como Ryu se iba del lugar.
Haruka, atada en el suelo, observaba la escena con una mezcla de desconcierto y confusión.
Ayano, aún alterada, recibió otro mensaje al teléfono de Ayano:
"Trabajarás para mí. O de lo contrario, este video será visto por toda la escuela.
Tú decides: tu reputación o tu caída."
Ayano apretó el teléfono con fuerza, su mente girando en todas direcciones. Nunca antes alguien había tenido el control sobre ella de esta manera. Finalmente, exhaló con frustración y respondió al mensaje: — Está bien. Lo haré
Sin mirar atrás, Ayano se fue, Dejó a Haruka atada y se marchó con un semblante tenso, sin mirar atrás.
Haruka, vulnerable pero con una chispa de determinación, gritó:
—¡Kazami! ¡No me dejes aquí!
— ¡Kazami! ¡Vuelve aquí! ¡Desátame! —gritó Haruka, pero la chica desapareció en la noche.
El callejón quedó en silencio. Entonces, de entre las sombras, apareció Yoge Hagame, con las manos en los bolsillos y su rostro inexpresivo como siempre.
Haruka lo miró con una mezcla de enojo y alivio. — Fuiste tú, ¿verdad? Tú enviaste esos mensajes
Yoge la observó sin inmutarse y se inclinó y comenzó a desatarla, sin responder directamente. Su mirada fría se mantuvo fija en las sogas. — ¿Estás bien? —preguntó con su tono neutral.
Haruka lo observó, aún sintiendo un nudo en el pecho. Aunque su intuición le decía que Yoge era el responsable de todo, no pudo evitar sentir un leve alivio al verlo allí.
— ¿Qué es lo que realmente estás planeando, Hagame? —murmuró, mientras él terminaba de liberarla.
Yoge se levantó y la observó con su mirada vacía. — simplemente dejar que pasen las cosas.
Con esas palabras, se dio la vuelta y desapareció en la oscuridad, dejando a Haruka con más preguntas que respuestas.
Ala mañana siguiente
La luz del sol apenas comenzaba a colarse por las ventanas de la preparatoria Kurohime. La clase 1-6 estaba en su habitual estado de apatía, con estudiantes que charlaban sin entusiasmo, jugaban en sus teléfonos o simplemente dormitaban. Sin embargo, en una esquina, la esquina derecha de la clase, Yoge Hagame observaba en silencio, con su característico rostro inexpresivo y sus manos descansando en el escritorio.
Haruka Shimizu entró al aula con una expresión tensa. Después de lo sucedido la noche anterior, su mente no podía dejar de dar vueltas. Apenas podía creer que Yoge hubiera estado detrás de todo. Sus ojos buscaron al chico, y al encontrarlo, un escalofrío recorrió su espalda.
Ella se acercó y se detuvo frente a su escritorio. —¿Qué pretendías anoche? —preguntó en voz baja, tratando de no llamar la atención de los demás.
Yoge la miró con calma, inclinando ligeramente la cabeza. —No entiendo a qué te refieres.
Haruka apretó los puños, frustrada. —No juegues conmigo, Hagame. Sabes perfectamente de lo que hablo. Manipulaste a Ayano y Ryu, y me usaste como carnada.
Él no respondió de inmediato. En cambio, desvió la mirada hacia la ventana, observando cómo los estudiantes de otras clases corrían por el patio. —¿Carnada? —repitió en un tono casi indiferente—. Si lo ves así, entonces cumpliste tu papel a la perfección.
La ira de Haruka aumentó, pero antes de que pudiera replicar, Kenji Takamura, el profesor de la clase 1-6, entró al aula con su habitual energía optimista. —¡Buenos días, clase! Espero que estén listos para el anuncio de los primeros duelos entre clases.
(Información)
Sistema de Competencias en la Preparatoria Kurohime
1. Frecuencia y Propósito: Las competencias se realizan cada tres meses entre las clases de la escuela. Su objetivo es evaluar el rendimiento de los estudiantes en diversas áreas y determinar cómo se posicionan las clases dentro de la jerarquía escolar. Las clases que ganan suben de nivel y las que pierden bajan, lo que tiene un impacto directo en su estatus y oportunidades dentro de la escuela.
2. Formato de Competencia: Los enfrentamientos se dividen de la siguiente manera, con dos clases enfrentándose entre sí:
1-1 vs 1-2
1-3 vs 1-4
1-5 vs 1-6
Esto significa que cada competencia involucra a dos clases luchando por obtener un mejor puesto en el sistema escolar.
3. Selección de Competencias: Los líderes de cada clase se reúnen antes de la competencia y deben elegir tres competencias para que se lleven a cabo en la batalla entre las clases. La selección de competencias se hace de manera estratégica, porque ambos líderes deben anticipar y decidir qué áreas favorecen más a su clase, considerando las fortalezas de los miembros.
Las competencias pueden ser cualquier cosa:
Competencia Académica (como matemáticas, literatura, etc.): Un examen o desafío en el que se ponen a prueba los conocimientos teóricos de los estudiantes.
Competencia Deportiva (como fútbol, atletismo, etc.): Una prueba física en la que los estudiantes compiten en alguna disciplina deportiva.
Juegos de Estrategia (como ajedrez, lógica, o resolución de problemas): Desafíos mentales que ponen a prueba las habilidades de planificación y toma de decisiones.
Habilidad de Comunicación: Competencias donde se evalúan las capacidades para debatir, persuadir o expresar ideas de manera efectiva.
Desafíos Físicos Extremos: Pruebas que incluyen resistencia física, como carreras largas o competencias de combate (como boxeo).
4. Proceso de Selección: Los líderes de cada clase deciden sus tres competencias, y luego las dos clases compiten en esas 6 competicias.
5. Resultado de las Competencias: El objetivo de cada clase es ganar más competencias que la otra. El resultado final puede ser el siguiente:
Si una clase gana más competencias que la otra, avanzan de nivel, mejorando su estatus dentro de la escuela.
La clase perdedora baja de nivel, perdiendo prestigio y enfrentándose a más dificultades.
El resultado de estas competencias tiene un impacto significativo en la reputación y futuro de los estudiantes, ya que afecta la forma en que son vistos dentro de la escuela. Las clases que ganan gozan de un mejor acceso a recursos y oportunidades.
6. Características Clave:
Competencia y Colaboración: Aunque se elige a los representantes para las competencias, el éxito de una clase también depende de la colaboración interna y la capacidad de trabajar en equipo para preparar las estrategias para cada competencia.
(Fin de la información)
El murmullo en el aula se detuvo. Incluso los estudiantes más desinteresados prestaron atención.
Los duelos entre clases no eran un simple entretenimiento; determinarían el destino de todos en Kurohime.
—La próxima semana, la clase 1-6 enfrentará a la clase 1-5 —anunció el profesor, dibujando en la pizarra un cronograma de los enfrentamientos—. Es su oportunidad de demostrar que no son una clase de "descartes".
El silencio llenó el aula. Los estudiantes intercambiaron miradas nerviosas. Todos sabían que la clase 1-5 era liderada por Ryu Mitsubishi, y que enfrentarlos sería prácticamente un suicidio.
Kenji intentó animarlos. —Con trabajo en equipo y estrategia, podemos superar cualquier obstáculo. ¿Quién se ofrece para liderar al equipo? O mejor dicho se hará una votación.
El silencio persistió. Nadie parecía dispuesto a asumir esa responsabilidad. Haruka miró a Yoge, esperando que él hiciera algo. Pero él permaneció inmóvil, como si la conversación no tuviera nada que ver con él.
Finalmente, un chico del fondo, Ryota Nishimura, se levantó. —Supongo que puedo hacerlo. No me importa perder, de todas formas.
Unos momentos después, las discusiones comenzaron a estallar. Kaede Tanaka y Haruka chimizu, se levantaron al mismo tiempo, ambas buscando atención.
—Yo debería ser la líder —dijo Kaede, un poco torpe, pero con determinación. Su voz temblaba ligeramente, pero sus ojos brillaban con algo más que inseguridad. Era una mezcla de miedo y ambición.
Haruka, más calmada, la miró con desdén. —¿De verdad crees que puedes liderarnos? Eres demasiado inexperta.
—¡Y tú, Haruka, eres demasiado orgullosa! —respondió Kaede, casi al borde de las lágrimas.
En medio de la discusión, Uma Umezawa, sentada en el borde de la clase, levantó la mano con rapidez. —Yo también puedo ser la líder. No me interesa estar aquí mirando como el resto de ustedes se debaten por un puesto de poder que no saben manejar. —Su tono era directo y algo gruñón, reflejando su personalidad.
Haruka y Kaede la miraron con sorpresa. Uma continuó. —Soy la única aquí que realmente sabe lo que hace. Puedo asumir el liderazgo y no dejar que esto se convierta en un circo.
Pero su intervención fue breve. Haruka chimizu, ya enojada, se giró rápidamente hacia Uma. —No te hagas ilusiones, Umezawa. No eres mejor que ninguno de nosotros.
— no me hagas perder el tiempo —resopló Uma, volviendo a su lugar sin dar más explicaciones.
Mientras las dos chicas discutían, Ryota Nishimura, intervino con un tono cansado. —Esto es estúpido. Hagan una votación rápida, ya basta de charlas. Necesitamos un líder ahora.
Las discusiones continuaron en un bullicio creciente hasta que otro chico, sentado en el rincón de la clase, levantó lentamente la cabeza. Su rostro era serio, casi inquietante, con una capucha que cubría gran parte de su rostro. No era un desconocido, pero parecía ignorado por la mayoría.
Era Ofcu Caisawa, el chico más perezoso de la clase, conocido por su actitud apática hacia todo. Estaba dormido la mayor parte del tiempo, con su semblante serio que daba la impresión de estar completamente desconectado de todo lo que ocurría alrededor. Sin embargo, en ese momento, su presencia se hizo notar cuando, sin decir una palabra, bajó lentamente su capucha y dio un vistazo rápido a la clase, mientras todos (menos yoge) lo miraban.
_ ¿Que?
—¿Qué quieren, exactamente? —preguntó con voz grave, como si acabara de despertar de un largo sueño.
Las dos chicas se miraron, sorprendidas por su intervención. Haruka, sin embargo, no se mostró impresionada. —¿De qué estás hablando, Caisawa? ¿Acaso tú también quieres ser el líder?
Ofcu Caisawa levantó una ceja, y su semblante serio. —No. Simplemente quiero que esto termine pronto. —Dicho esto, se recostó nuevamente, cerrando los ojos.
La atmósfera se tensó aún más, y Haruka y Kaede no dejaban de pelear por su candidatura. Mientras tanto, Ayano Kazami, sentada al fondo, observaba en silencio. Su rostro era una máscara de serenidad, pero su mente estaba ocupada calculando todo. La mirada fija de Kazami sobre la clase no pasó desapercibida para nadie, y cuando su turno llegó, habló.
—Yo también quiero ser la líder —dijo Ayano con voz firme, sin vacilar. Sus ojos brillaban con una mezcla de ambición y enojo, y Haruka pudo notar algo en ella. —Si el propósito es derrotar a Ryu Mitsubishi lo haré — dijo con una sonrisa mientras pensaba (vengarme por lo que me hizo, ese perro me las pagará)
Murata se levantó de su asiento — estoy de acuerdo con kazami ella puede.
Haruka chimizu iba a decir algo, pero al final no lo dijo.
Finalmente, la votación comenzó. Los estudiantes levantaron sus manos, con algunas expresiones curiosas, otras vacías. Cada uno de ellos tenía que elegir quién sería el que guiara a la clase en el duelo contra la clase 1-5.
Yoge no dijo nada durante toda la discusión, su rostro imperturbable. Sus ojos, sin embargo, observaban a todos, midiendo, calculando. Sabía que, independientemente de quién fuera elegido, su papel seguiría siendo el mismo
La votación fue cerrada rápidamente, y los votos se contaron. El resultado fue obvio para muchos. La clase 1-6 tenía un nuevo líder: Ayano Kazami. Su determinación y la presión personal detrás de su candidatura le dieron la victoria.
Sin embargo, en su interior, Ayano no podía ignorar el hecho de que alguien había logrado manipularla. El recuerdo de los mensajes seguía fresco en su mente, y aunque había aceptado trabajar para ese desconocido, no tenía intención de ser una marioneta por mucho tiempo.
la tensión en la clase no terminó ahí. Todos sabían que el verdadero reto estaba por comenzar. Los duelos estaban a la vuelta de la esquina, y aunque Ayano había ganado la votación, todavía quedaba por ver si realmente podría liderar a la clase en la difícil batalla que les esperaba.
Yoge, mientras tanto, permaneció en su rincón, observando sin decir palabra alguna. Su mente ya estaba preparando los siguientes movimientos. Todo era cuestión de tiempo.
Cuando la clase terminó, Haruka interceptó a Yoge en el pasillo. —No puedes quedarte al margen, Hagame. Si no hacemos algo, perderemos y nuestra clase quedará aún más relegada.
Él la miró, sus ojos reflejando una tranquilidad perturbadora. —No tengo intención de liderar.
—Entonces, ¿qué harás? —preguntó Haruka, desesperada.
Yoge se detuvo un momento antes de responder. —Observar.
Haruka apretó los dientes mientras lo veía alejarse. No podía entender cómo alguien como él, que claramente tenía el poder de cambiar las cosas, prefería mantenerse al margen.