Se ve delicioso

Makoto Miki comenzó a temblar violentamente.

—¡No... No me mates! —dijo mientras se levantaba poco a poco. Sus ojos que miraban a Tang Hao estaban llenos de un miedo indecible.

—Tu gente está aquí de verdad. ¡Pero no esperes que puedan sacarte de esta con éxito! —dijo Tang Hao con frialdad.

Makoto Miki se sorprendió, pero de repente se vio extasiado. —¿De verdad están aquí? ¡Jaja! ¡Estás acabado! ¡Incluso tú, estás muerto!

—¿Ah sí? —Tang Hao sonrió con ironía.

—Sí, sé que eres poderoso, pero la gente que viene esta vez debe ser incluso más poderosa que tú. La familia Miki tiene muchos gran maestros a su servicio. Todos ellos tienen habilidades sobrenaturales.

—El Gran Maestro Oda que huyó la última vez es apenas basura inútil. Hay muchos otros gran maestros más poderosos que él.

—Si te encuentras con ellos, tú cerdo de Huaxia, solo tienes un destino, ¡y es la muerte! —Makoto Miki parecía haber perdido la razón. Se rió como un maníaco mientras sus ojos destilaban resentimiento.