Los Hindúes Están Furiosos

Un convoy de jeeps aceleraba hacia la base militar.

En esas jeeps había hindúes vestidos con ropa blanca y turbantes.

Más de cuarenta personas estaban apretadas en seis jeeps. Muchos de ellos se sentaban encima de los vehículos. Era una vista peculiar.

Una masa rugiente les seguía detrás. Era el sonido de incontables serpientes voladoras reunidas en una sola, imparable tormenta.

Varias enormes sombras se movían lentamente detrás de esas serpientes voladoras. Eran serpientes masivas que se arrastraban por el suelo a una velocidad asombrosa.

Los soldados hindúes fuera de la base estaban emocionados al ver eso. Corrieron hacia ellos.

—¡Ese maldito huaxiano está en la base! ¡Mátenlo! ¡Rápido! —gritaban mientras corrían.

—¡Oh grandes maestros, desaten la furia del dios serpiente y castiguen al insolente huaxiano!

Tang Hao puso los ojos en blanco cuando escuchó eso.