—¡Qué dulce! —Después de beber una botella, Yan'er se relamió los labios y dijo sorprendida.
Sintió una cálida corriente extenderse por su cuerpo. Se sintió extremadamente cómoda e incluso más enérgica.
Los calambres en su abdomen inferior desaparecieron pronto.
—¡Wow! ¿Qué medicina es esta? ¡Esto es mágico! —Yan'er tocó su estómago y dijo sorprendida.
—Está hecha especialmente para tus síntomas. No solo alivia el dolor, sino que también trata la causa raíz. ¡No tendrás más calambres menstruales! —Tang Hao dijo.
—¿En serio? Eso es genial. Hermano Hao, no sabes lo doloroso que es. Es como si alguien estuviera girando un cuchillo en mi cuerpo —dijo Yan'er felizmente.
Al decir la última frase, su pequeña boca se frunció con enojo.
Tocó su estómago otra vez y de repente levantó la cabeza. Sus hermosos ojos se quedaron fijos en Tang Hao.
—¡Eres tan bueno, Hermano Hao! —ella dijo soñadoramente.