El rostro de Joshua Hayes cambió ligeramente al escuchar las palabras de Zander Goldman.
En vez de decir que Joshua se retiró de la capital, sería más preciso decir que fracasó ante la competencia, por lo que su mejor opción era retirarse a Ciudad Mediterránea y disfrutar de sus años dorados en paz.
Durante varios años, Joshua, con los contactos que había hecho durante sus años trabajando en la capital, logró hacer de la familia Hayes una de las tres familias más grandes de Ciudad Mediterránea.
Había habido unos años de paz, pero una vez que aquella gente de la capital se enteró de que la familia Hayes había contribuido una cantidad considerable a la economía de Ciudad Mediterránea, viejos enemigos podrían venir buscando problemas.
¡Quizás un gran desastre estaba esperando a la familia Hayes en un futuro cercano!
—Señor Zander, ¿por qué tiene que ser tan amargo? Estaría realmente agradecido si pudiera dejar pasar este asunto —Joshua mostró una sonrisa amarga e impotente.