La decisión del Emperador (2)

Poco después de nombrar a su consejero, el Emperador Renardier buscó a seis comandantes.

Casi todos los nobles y señores expresaron su entusiasmo por participar en ese instante. Sin embargo, solo más de la mitad de la asamblea fue seleccionada para la guerra.

La restante menor mitad fue obligada a permanecer en el imperio para defender sus fronteras.

—Regresen a sus dominios, hagan las paces, preparen sus armaduras y reúnan a sus tropas. En una semana, nos reunimos en la Ciudad Equinoccio para una reunión estratégica —declaró el Emperador Renardier antes de disolver la asamblea.

No obstante, se pidió al Barón Chalfont, al Conde Eldridge y a los señores fronterizos del norte que permaneceran un poco más.

—No se preocupe, Barón Chalfont. Definitivamente salvaremos a su hija —prometió el Emperador Renardier, a pesar de que declarar la guerra contra el Reino de la Rosa Negra pondría a Dorothy en peligro.