*¡BAM!*
La cola golpeó el suelo delante de Isaac, lo que lo llevó a dar un poderoso salto hacia atrás.
Isaac estaba sudando a mares y sentía el agotamiento acechándolo, ya que había estado esquivando durante los últimos cinco minutos, desafiando la muerte contra todo pronóstico, pero incluso su suerte se estaba acabando.
De vez en cuando, los Orcos lograban hacer sus propios ataques mientras tenían cuidado con la cola después de que algunos de ellos fueran golpeados por accidente, pero Isaac logró esquivarlos apenas.
No tiene ni tiempo para apuntar con su Mosquete y disparar, haciendo que la situación actual sea muy desfavorable para él. Decidió esquivar por el momento, pero incluso eso tenía límites.
*¡BAM!*
Isaac saltó de lado, y su lugar anterior fue golpeado por la cola y tres mazas de madera.
—¡Vamos! —gritó de frustración, y una vez que aterrizó en el suelo, comenzó a correr tratando de alejarse de la cola y de los Orcos.