La dignidad de Isaac.

Isaac, con manos temblorosas, apuntó el rifle de mosquete al lobo más grande, que parecía ser el Alfa.

El Alfa gruñó de manera amenazante, y una pequeña bola de fuego apareció en su garganta.

La bola de fuego comenzó a crecer más y más hasta que fue demasiado grande para mantenerla dentro de su boca.

—¡AWOOOOOO! Con un grito poderoso, la bola de fuego salió de su boca, lo que causó una reacción en cadena, y una explosión masiva de fuego apareció frente a los lobos.

La explosión de fuego derritió la nieve alrededor del pueblo.

Los edificios congelados se desmoronaron después de que el hielo, que era lo único que mantenía los edificios en pie, se derritiera.

Isaac cruzó los brazos y observó cómo el fuego rugía a su alrededor.

Los edificios que se rompieron pronto se inflamaron.

El Alfa y el resto de los lobos pisotearon el fuego y rodearon a Isaac.

Isaac siguió dando vueltas en círculos, su rifle de mosquete en posición de apuntar.