Enfermedad del Invierno estúpida...

Dentro de la Mansión de Marshall.

—Sí, tengo una cicatriz. —Luna mostró un poco de su piel, permitiendo que Madison viera una cicatriz en su cintura.

—Se desvanecerá, no te preocupes —Madison dijo suavemente y apartó la mirada de la cicatriz.

Luna sonrió y asintió vigorosamente—. Los doctores dijeron lo mismo. Aparentemente, se desvanecerá hasta que sea casi imposible de ver.

Madison asintió—. No te preocupes, no disminuyó tu belleza ni un poco.

—Jeje. —Luna se rió y cubrió su cicatriz.

Madison miró hacia el piso de arriba y se preguntó qué había pedido Marshall de Layla. Después de la cena, se dirigieron a su oficina para discutir sobre su propuesta. En la cocina, Mariah y Sin lavaban los platos mientras susurraban entre ellas.

—¿Vino a visitarte tu nieto? —Luna preguntó con curiosidad y recordó la relación complicada entre Madison y su hijo.

Madison asintió y sonrió—. Actualmente está de visita.

—Qué bien. —Luna asintió y preguntó—, ¿Cómo fue el primer encuentro?