Garmagello - El Destructor del Mundo

Garmagello era un ser de apariencia aterradora con cuernos afilados y puntiagudos que emergían de su frente. Su rostro no mostraba signos de humanidad, solo maldad ilimitada. Sus ojos eran oscuros, su piel pálida y sus dientes torcidos. Su cuerpo algo musculoso y de pecho ancho estaba cubierto con túnicas rojas que parecían hechas de mantas cubiertas de sangre. Sus uñas eran más afiladas que cualquier cuchilla, sus puños más duros que cualquier metal y su cuerpo lo suficientemente duradero como para sobrevivir a la aniquilación del mundo. El trono en el que se sentaba estaba hecho de huesos de diferentes criaturas y seres vivos. El cojín estaba hecho de un animal cuyo cuerpo estaba formado por nubes suaves, y los reposabrazos estaban hechos de brazos de otro demonio. Garmagello se pasó un dedo por los labios y limpió la sangre. La yema de su dedo quedó manchada de sangre oscura que se secó tras tocar su cuerpo ardiente que era tan caliente como el fuego del infierno.

¡Creak!

¡Slam!