¡Clang!
Amour agarró su hacha de dos manos y bloqueó el golpe de Hallwell. Cuando las dos hojas se tocaron, saltaron chispas por todas partes.
—¡Argh! —Hallwell sintió sus huesos temblar. Se sentía como si estuviera tratando de cortar a través de una montaña.
—¡Por favor, hermano, detente! —Kornwell se puso de pie, pero Xerxus apareció junto a él, empujándolo hacia abajo desde su hombro.
El trío que esperaba en la entrada soltó sus flechas.
¡Swoosh!
Las flechas cruzaron el aire y pasaron sobre Hallwell y Amour. Comenzaron a descender y volaron directamente hacia Arturo.
¡Swing!
Arturo sacó su espada llameante del inventario y cortó horizontalmente a través del aire. La hoja cortó las flechas, y las llamas las quemaron hasta convertirlas en cenizas.
—¿Q-Qué es eso? —preguntó la mujer de orejas puntiagudas con un tono tembloroso—. ¿E-Espada llameante?
Los dos jóvenes tragaron saliva y tomaron otra flecha con incertidumbre.