Dentro de un gran rascacielos hecho de vidrio, múltiples portales grandes que emanaban un fuerte poder mágico brillaban intensamente.
—¡Vuam! —¡Vuam!
Poco después, cuando la luz se desvaneció, un grupo de personas emergió del portal. Cada uno llevaba trajes de combate de diferentes estilos, que iban desde prendas delgadas hasta grandes y pesados trajes metálicos. Cada uno de ellos portaba diferentes armas, algunos sosteniendo enormes espadas mientras que otros sostenían largos bastones mágicos.
—Adiós, capitán del escuadrón.
—Muchas gracias por hoy.
—Espero que nos guíes de nuevo, capitán del escuadrón.
Despidiéndose del último que salió, todos los individuos del grupo sonrieron brillantemente. ...parecía que todos estaban de buen humor.
—Heee... no lo menciones, solo cumplo con mi trabajo.