Tres figuras se sentaban sobre la amplia espalda de Bai Lin mientras ella planeaba grácilmente por los cielos, cortando el viento y dejando un rastro de oro tenue. Antes, en la Secta Solaris Escarlata, la corta cola de Bai Lin había sido completamente blanca. Sin embargo, ahora había adquirido repentinamente un color dorado que le daba una característica impresionante y seductora.
Todo su cuerpo aún estaba en medio de su evolución debido a haber consumido aquella fruta dorada desconocida. De hecho, su aura se había fortalecido enormemente, y también su velocidad de vuelo. Cuando Wei Wuyin la inspeccionó, llegó al descubrimiento y a la realización de que su sangre dorada se estaba volviendo mucho más vibrante en color y viscosa en textura.