KREE! Un grito resonante, lleno de majestuosidad, orgullo y arrogancia, se eco por encima de la Capa Celestial. La esencia astral ambiental temblaba y fluía, rodando formando nubes densas que se agrupaban y giraban alrededor de una entidad en particular.
Esta entidad era un ave blancuzca con plumas blancas, ojos dorados resplandecientes, una cola de oro brillante y un pico que irradiaba rayos de luz dorada. Todo su cuerpo estaba envuelto en llamas blancas que liberaban una fuerza vital densa e insondable. Pero dentro de esta flama blanca, brotaba un aura negra, oscura y lúgubre.
Se sentía como la muerte.
No, era la muerte.
¡Bai Lin! ¡Esta excepcional criatura se elevaba en el cielo mientras emanaba llamas blancas sin fin! Estaba atravesando su renacimiento, un proceso de transformación específico para aquellos de la línea del fénix.