Wei Wuyin observó a Su Mei con un hálito de incredulidad, pero aquellos ojos de ella parecían carecer de la turbidez de una mentira o broma. Solo entonces se dio cuenta de que sus palabras eran la honesta verdad. Su párpado izquierdo, derecho, e incluso los de su invisible Ojo Mental, temblaron.
—¿Por qué? —hizo esta pregunta, pero internamente se lamentó al saber ya la respuesta. Había casi olvidado quién era por un momento. Con su estado actual, su reputación e influencia estaban en su punto más alto. ¿Esposa? Hubo un momento en que se ofreció a aceptar a Na Xinyi como su esposa, pero…
Su Mei pareció darse cuenta de que Wei Wuyin estaba procesando este asunto un tanto lentamente y explicó: