Con el final de la Prueba de Bestias llegando, las Pruebas del Gran Espíritu continuaron hacia la siguiente etapa, la Prueba de la Luz. Tanto participantes como espectadores se estaban preparando para el choque definitivo de genios donde verían el temple de estos jóvenes élites en su máxima expresión. La primera prueba había sido bastante reveladora para algunos, incluso brutal y desafortunada, pero destacó la equidad y la habilidad que estas pruebas evaluaban.
Inteligencia, recursos, coraje y fuerza.
La inteligencia para analizar reglas, la situación y elaborar planes. Los recursos para aprovechar las reglas y la situación mientras se sobrevive. El coraje para enfrentar desafíos inesperados y la voluntad de superarlos. Y por último, pero no menos importante, la fuerza del propio cultivo. Era esencial que no faltara ni uno solo, ya que podrían enfrentarse a la desgracia, como había ocurrido con muchos.