Solo dale una paliza

—Jaja... —Las palabras de Lin Yi hicieron que todos en la oficina se rieran tanto que no podían cerrar la boca.

Esta sensación era familiar para todos los presentes.

—Oh cierto, necesito conseguir un juego de escritorios para el Director Lin. No tienes dónde sentarte ahora que has vuelto —dijo Li Xingbang.

—Ya no soy director. Llámame Hermano Lin si eres más joven que yo. Llámame Profesor Lin si eres mayor que yo. Realmente no me gusta que me llamen Director Lin.

—Bueno entonces, te llamaremos Profesor Lin —dijo Li Xingbang con una sonrisa.

—Profesor Li, solo envía el escritorio de Lin Yi a mi oficina después de conseguirlo —dijo Sugar.

—¿Eh? ¿Enviarlo a tu oficina?

Todos en la oficina miraron a Sugar con expresiones ligeramente incómodas.

—Hermana Su, el Hermano Lin ya no es director. ¿Por qué el Profesor Li debería enviar su escritorio a tu oficina? —preguntó alguien.

Ehm...