—Me pregunto cómo reaccionarías si supieras que también estoy en las últimas etapas de mi vida. ¿Hmm? En unos cientos de años, ya no estaré aquí. Y considerando lo que mi alma atravesó para volver a tu mundo, tampoco durará mucho más allá de eso. Me pregunto. ¿Te veré antes de eso?
—¡Maldición! ¿Qué clase de gran-maestro eres? —Dyon bufó. Sus sentidos seguían cortados, así que ni siquiera podía oírse hablar a sí mismo.
—Como sea. El primer paso es arreglar mis meridianos, no puedo pensar en otra cosa ahora mismo.
Aunque Dyon todavía tenía ganas de golpear una pared. ¡Ni siquiera había conseguido preguntar cómo podría conquistar la torre!
Claro, el entrenamiento era genial y todo. Pero, todavía necesitaba llevar a los Elfos al próximo universo, y eso sería mucho más fácil con esta torre bajo su control.