Al oír el susurro de los pies en movimiento, Dyon apartó su mirada de Madeleine para encontrar a Ri con algunos otros elfos. Celine y Opal especialmente parecían tener expresiones demasiado emocionadas en sus rostros mientras enviaban rápidas miradas hacia Madeleine. Dyon apenas pudo contener su risa.
—Parece que tienes algunos admiradores.
Madeleine le dio una palmadita juguetona a las manos de Dyon y se levantó para saludar y ser presentada por Ri. No pareció tardar mucho en convertirse en las mejores amigas. Pero, Dyon estaba tan distraído que casi no notó que Zaltarish entró con ellas.
—¡Dyon! ¡Esto no es justo! —Zaltarish se dejó caer en el sofá junto a Dyon seguido por Arios y Thadius, todos ellos mirando a Dyon con diversos grados de celos.
Dyon miró su muñeca como si tuviera un reloj en ella.
—Bueno, mira la hora, ¡parece que la ronda final está a punto de comenzar!