La Respuesta

El Rey Acacia, después de horas de vuelo, finalmente podía ver la Tierra en la distancia. Su velocidad aumentó aún más mientras atravesaba la atmósfera, permitiendo que los anillos de llamas fueran desviados por su energía celestial. Sin embargo, las vistas que se le presentaron estaban lejos de sus expectativas. Había venido aquí a su velocidad máxima para ayudar, pero lo que encontró fue una guerra que ya había terminado. De hecho, muchos de los Ragnors y sus aliados estaban o ya reunidos, o habían huido hace tiempo. Aún más sorprendentemente, ahora que su estado agitado se había calmado, de repente se dio cuenta de que el alma de su esposa estaba aquí en lugar de en el Cinturón de Hielo.