Atónito

El nacimiento de Caedlum fue un día de oscuridad y luz para el Patriarca Pakal. Por un lado, fue el día que marcó la inevitable muerte de su esposa. Ella era una mujer sencilla con una constitución decente que el Patriarca Pakal había elegido entre las de este universo. Como Patriarca de un Clan de Dios, mujeres como ella no le resultaban difíciles de conseguir. Pero, le tomó cariño. Era una figura gentil y tranquilizadora ante las cartas que le habían tocado.

Sin embargo, ese día también fue una luz de esperanza. Aunque las semillas de fe no se detectarían desde largas distancias a menos que fueran despertadas. Si un experto estaba cerca, sería posible detectar incluso una semilla de fe no despertada, siempre y cuando la buscaras activamente.