El Noveno Príncipe

Mientras Rean curaba a Jana, también recordó algo. Con eso en mente, decidió decir:

—¡Oh, cierto! Aunque pasaré algún tiempo curándolos, no lo haré sin parar. Después de todo, también necesito cultivar y entrenar.

Jana entrecerró los ojos mientras decía:

—Eso no formaba parte de las condiciones.

Rean no se preocupó mientras respondía:

—¿Hubo siquiera necesidad de ponerlo allí? Soy muy joven y tengo una gran cultivación. Si de repente dejo de cultivar por varios años, afectará mi progreso en la vida. No me importa si te gusta o no. Aun así, me detendré para cultivar y entrenar. Eso es algo a lo que no renunciaré.

Jana suspiró antes de asentir con la cabeza. A menos que encontrara una manera de atar a esos dos, sería imposible detenerlos de todos modos. Sin embargo, dado que no podía saber cuándo eran reales o no, esa opción no podía ser considerada.