Marchando hacia Innsbruck

Después de un exitoso asedio en Schwaz y su ocupación estable, Berengar esperó unos días para descansar y reabastecerse. Ahora que había eliminado eficazmente las fuerzas enemigas entre Kufstein e Innsbruck, podía establecer una red logística estable para abastecer sus esfuerzos bélicos, lo cual sería fundamental para establecer la dominancia en Tirol.

No importa cuán poderosa fuera su ejército, si se quedaban sin suministro, eso solo significaría su caída; por ello, Berengar y su ejército esperaron en Schwaz unos días para reabastecer completamente sus fuerzas y la guarnición antes de avanzar.

Durante este tiempo, Berengar supervisó adecuadamente sus fuerzas y se aseguró de que se comportaran de manera civilizada. A los prisioneros de guerra se les brindó un trato adecuado, y a los civiles se les permitió continuar con sus vidas diarias sin acoso.