La Princesa Llega II

Después de llegar al castillo con una nueva, joven y hermosa mujer atada a su brazo, Linde estaba descontenta, por decir lo menos; no podía quitarle los ojos de encima a Berengar ni un solo momento sin que él fuera tras la siguiente chica más bonita en la habitación.

Antes de que Berengar siquiera le explicara la situación, hizo que él mismo, Honoria y Linde se sentaran en la mesa del comedor, donde se les preparó la mejor comida de Kufstein. Mientras esperaban, Linde miraba furiosamente a Berengar, y esto no pasó desapercibido para Honoria.

Sin embargo, Honoria veía a Linde como competencia en la guerra por el afecto de Berengar; la única pregunta en su mente era si Linde era la prometida de Berengar o su amante. Como tal, abordó la conversación casualmente al halagar a Linde ante Berengar.

—Su Gracia, su esposa es encantadora; debe estar muy orgulloso.