Dentro de la ciudad de Graz, en lo más profundo del vientre de su Castillo, había una joven en plena adolescencia. Esta chica era Adela von Graz, la prometida del infame Duque Berengar von Kufstein. Mientras Berengar comenzaba a introducir una serie de reformas legales que sacudirían el mundo Europeo, su prometida estaba leyendo una carta escrita por su rival en el amor.
Esta rival no era otra que Linde von Habsburg. Con la llegada de la Princesa Honoria, Linde sintió una amenaza significativa a su posición y pensó que era necesario informar a Adela sobre la situación, ya que Berengar había omitido deliberadamente mencionar la aparición de una nueva rival potencial.
Esta carta no revelaba abiertamente el secreto de que Linde sospechaba que esta joven del Este era la Princesa perdida del Este. En cambio, simplemente la presentaba como una joven doncella que mentía sobre su identidad y trataba de acercarse a Berengar.