Mientras Berengar invadía Italia y la Confederación Suiza, la guerra en curso en Alemania nunca cesaba en sus actividades. El Duque Dietger se encontraba actualmente en un dilema. A lo largo de los años, había compensado sus pérdidas en Austria recurriendo a levas campesinas para suplir el número de tropas caídas durante su fallida ocupación de su vecino del sur.
Desde hace más de dos años, el Duque bávaro había estado en guerra con sus vecinos del norte, confiando en sus levas y tropas aliadas para mantener a los luxemburgueses a raya. Para evitar pagarle a Berengar las reparaciones que debía al pueblo austríaco, el Duque había enviado un emisario diciendo que no podría cumplir con sus pagos y que en su lugar pagaría en un solo monto al final del plazo acordado.