Tropezando con un Descubrimiento Importante

Honoria estaba al lado de su tripulación de corsarios y los marinos austríacos que habían asegurado la cabeza de playa, así como el campamento. Detrás de las defensas improvisadas, un grupo de rifles, con bayonetas acopladas, apuntaban en dirección a la niebla, donde sabían que el enemigo esperaba.

La princesa bizantina miró hacia la tripulación, que manejaba uno de los pocos cañones Schmidt que habían traído con ellos en este viaje y asintió con la cabeza en silencio. Esta fue la señal para abrir fuego. Aunque en un principio había querido conservar las municiones tanto como fuera posible, Honoria no esperaba que su tripulación fuera atacada tan pronto después de desembarcar, y bajo circunstancias tan debilitantes.