Ruan cruzó la cuarta puerta con la ropa completamente empapada mientras respiraba con dificultad. Cayó de rodillas justo después de cruzar la puerta.
Long Chen no pudo evitar estallar en carcajadas al ver la condición de Ruan.
—¡Tú! ¿De qué te estás riendo? —exclamó Ruan fuertemente al ver reír a Long Chen.
—Nada... Solo me preguntaba si estabas aquí para explorar esta tumba o para darte una ducha —soltó Long Chen con una risilla mientras bromeaba con Ruan.
—¿Qué te pasó, hermano mayor Ruan? ¿Por qué tu ropa está toda mojada? —preguntó Meng mientras miraba a Ruan.
—Me caí al mar y tuve que nadar hasta la salida —dijo Ruan mientras miraba a Meng.
—Eso explica por qué llegaste tarde... Debe haber sido agotador. Descansa un poco —le dijo Meng a Ruan con tono preocupado.
—Sí... ya hemos desperdiciado cinco horas por ti... unas pocas horas más ya no significan mucho —dijo Long Chen con una risilla mientras miraba a Ruan.